EL ESPÍRITU PERVERSO DEL TICO. O LA FARSA DEL PURA VIDA
Existe en nosotros, los ticos, un espíritu perverso oculto que disfruta de ver en el otro el sufrimiento, el dolor, la tristeza; y en casos extremos, la desesperanza. Siempre he sostenido que el éxito de Extra se debe a que nos permite ver descarnadamente el sufrimiento en el otro, para que no me pase a mí. Y mientras no me pase a mí o a alguien cercano, bienvenido sea.La fraseología popular lo llama “serruchapisos”.
Dr. Luis Montoya Salas
Comunicólogo
La Nación publica el 23 de setiembre de 2013, una encuesta de UNIMER sobre la idiosincrasia del tico. Sus resultados los comento con las siguientes opiniones.
La careta del PURA VIDA se nos está cayendo, ante el peso de la realidad. Somos “Pura vida” de la boca para afuera. Aquí no se cumple el precepto bíblico: “DE lo que habla la boca abunda en el corazón”. El estrés, las enfermedades mentales, los ataques de nervios, están debajo de la piel haciendo estragos con las incapacidades, principalmente de las mujeres. Esto, como síntesis de una noticia aparecida en La Nación del domingo 24 de agosto de 2013.
Me resulta inaceptable que seamos como personas las más felices del mundo, cuando la corrupción imparable de los gobernantes nos golpea a la cara, cuando las empresas constructoras de carreteras, puentes, edificios, como en el caso de la trocha roban con el mayor descaro y en las narices mismas de los responsables del MOPT y su brazo de corruptela el CONAVI, del Ministerio de Seguridad y hasta de la misma Presidenta Laura Chinchilla y otras empresas utilizan los materiales más baratos para que las calles estén en permanente mal estado para estarlas reparando cada cuanto. ¿Qué decir de algún diputado denunciado recientemente por el Ministro del MINAET por tener intereses en el affaire del gas?. ¿O de funcionarios de segunda del MEP quienes, como en el caso de UPALA son esbirros del partido gobernante y reparten puestos de maestros, profesores, guardas, etc. como prebendas para reproducir el antiguo modelo del “dueño del pueblo”, o del negocio de las cuotas cobradas con la entrega de las bolsas de leche en los ebais? ¿O los ministros y altos funcionarios que obtendrían “mordidas por las licitaciones que otorgan? ¿O de los grupos de presión que ponen al Estado al borde del precipicio financiero con sus exigencias de convenciones colectivas inadmisibles?
Con todo este rosario me resulta imposible aceptar creer todos los ticos, sin excepción somos los más felices del mundo. La verdad es que el espíritu de cientos de ticos se encuetra doblegado por el abandono, la pobreza, la ignorancia fomentada desde las altas esferas de ministerios como el de Educación, principalmente aquí en Upala.
El “Pura vida” es parte de ese yo espejo nacional que vive del discurso fácil del principio del placer (bares, cantinas, fútbol, compras a crédito de celulares, pantallas planas, electrodomésticos) escondiendo obviando el principio de realidad: el ahorro, el trabajo honesto, el trabajo justo y el horario completo, sin robarle medias horas para ir al cajero en media lección para retirar la quincena. En síntesis, en el caso de los funcionarios públicos violentando el artículo 11 de la Constitución Política que dice: “Los funcionarios públicos son simples depositarios de la autoridad. Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse facultades no concedidas en ella. (…) La acción para exigirles la responsabilidad penal de sus actos es pública”.
¿En verdad somos una caricatura de la ambigüedad camuflada? ¿Somos como esas dicotomías que se expresan según nuestro estado de ánimo, sin que se defina ninguna, en particular y de manera determinante?
BONDAD MALDAD
RIQUEZA POBREZA
BELLEZA FEALDAD
ALEGRÍA TRISTEZA
INTELIGENCIA IDIOTEZ
PIEDAD INHUMANIDAD
ORDEN DESORDEN
DISCIPLINA INDISCIPLINA
RIGUROSIDAD SUPERFICIALIDAD
ESPIRITUALIDAD MATERIALISMO
LEALTAD TRAICIÓN
AMOR ODIO
LIMPIEZA SUCIEDAD
SENSIBILIDAD DUREZA
COMPROMISO INCUMPLIMIENTO
Los cibernéticos crearon el concepto de la caja negra, como ese punto en el proceso comunicativo que recibe la información, la procesa en la caja negra pero nadie sabe qué resultará ni qué dirección tomará. Sí es sabido que si la información es pertinente, útil y rica en aportes, en salida se obtendrá un resultado mucho más productivo y provechoso. Esto quiere decir que si hemos sido estimulados como sociedad con sentimientos católicos de temor, de sufrimiento, de dolor en razón de nuestros orígenes, nuestras respuestas al entorno tendrán a predominar sobre los estímulos propositivos.
Si alamcenáramos en alguna biblioteca todas las críticas, interrogantes y denuncias que a diario se hacen en contra de los funcionarios, los diputados, los ministros, la Presidenta Chinchilla, por la prensa, en las paradas de buses, en las salas de espera de los hospitales, clínicas y ebais, en las plataformas de servicio de las municipalidades, cuando compramos el diario, cuando empeñamos joyas y televisores, frente al televisor cuando vemos el desastre de país y hasta cuando las noticias nos repiten que somos el país más feliz sobre la tierra quizás se necesitaría un salón de 100 metros cuadrados de dos pisos. Yo, humildemente sintetizo todo esto con una oración: Existe en nosotros, los ticos, un espíritu perverso oculto que disfruta de ver en el otro el sufrimiento, el dolor, la tristeza; y en casos extremos, la desesperanza.
Siempre he sostenido que el éxito de Extra se debe a que nos permite ver descarnadamente el sufrimiento en el otro, para que no me pase a mí. Y mientras no me pase a mí o a alguien cercano, bienvenido sea.
Aquí existe un material rico y original en extremo, para que el Colegio de Psicólogos proponga, de manera interdisciplinaria una investigación sobre la idiosincrasia perversa de nosotros los ticos. Esto es mucho, muchísimo más que el "serrucha piso", es como aplicarnos un auto suplicio, querer que las cosas salgan mal para que otros tengan lástima de nosotros, ya que nosotros no podemos sentirla ni de nosotros mismos. !que pierda la Sele y así tendremos de qué lamentarnos; que se produzcan inundaciones de ríos por taponamientos de basura, para aparecer en la tele y que otros sientan lástima de mi dolor. Pero que a mí, ni siquiera una llovizna me ensucie la casa. ¿Y si digo que quisiera equivocarme? Hipócrita soy, porque si llego a estas conclusiones es porque también las he sentido, vivido y aplicado. Cuando trabajemos como país por descubrir el origen de esta problemática creo que habremos empezado a encontrar la respuesta a nuestra naturaleza perversa.
Esto dicho quizás explique las dudas que el Dr. Edgar Mohs expresa en su artículo titulado El regreso y publicado en La Nación del 04 de octubre de 2012 y que transcribo en algunas de sus partes.
LA IDIOSINCRASIA DEL TICO DESDE LA TEORÍA DE LOS HEMISFERIOS CEREBRALES.
Para analizar nuestra idiosincrasia a partir de un formulario para el estudio de la personalidad a partir de los hemisferios.
Una reciente encuesta de Unimer publicada en La Nación del 23 de septiembre de 2013 retrata a los ticos con un predominio del cerebro límbico primitivo, más orientado hacia las emociones irracionales, inmediatas, impulsivas, propenso al placer, la irresponsabilidad, lo fácil. La pereza, la tristeza, la melancolía lo dominan fácilmente. No le gustan los retos que implican dificultad y compromiso. En el tico predomina el hemisferio derecho que es el más fácilmente manipulable. Los orígenes del cerebro límbico provienen de los reptiles y los mamíferos.
No deben extrañarnos entonces, no solo los resultados, sino nuestra actitud generalizada hacia dejar que los problemas se solucionen solos, cosa que resulta imposible. De ahí el estado lamentable de abandono de las calles, de las casas, de la salud. Responsabilizamos al Estado sobre todo aquello que no asumimos responsabilidad.
En el otro extremo tenemos el cerebro evolucionado correspondiente con las primeras manifestaciones de “homo sapiens” y es el que al final toma las decisiones. Y el hemisferio izquierdo es más analítico, más reflexivo, más responsable y exigente.
Los invito a analizar la idiosincrasia nuestra a partir del formulario que les adjunto.
Esto es lo que UNIMER recogió de nuestra idiosincrasia.
“Alegre, amiguero y orgulloso de la tierra que lo vio nacer: así se define el costarricense.
“En el país del “pura vida” estos son los tres principales valores que, según sus propios habitantes, son parte de la genética nacional que circula por casas, calles, centros de estudio y oficinas.
“Dicha percepción sobre los rasgos esenciales de nuestra identidad fueron extraídos por una reciente encuesta elaborada por la firma Unimer, por encargo de La Nación .
“Según el estudio,casi nueve de cada diez entrevistados consideran que uno de los valores que más identifica al tico es ser alegre, divertido y simpático.
“Mientras tanto, casi ocho de cada diez opinan que somos sociables y amigueros, y una cantidad similar sostiene que nos ufanamos de nuestro terruño.
“El costarricense les da un amplio valor a las relaciones interpersonales en su calidad de vida, así como al usufructo de los bienes y servicios que le proporciona el Estado”, opinó Isabel Román, socióloga e investigadora del Programa Estado de la Nación.
Costa Rica es un país de fútbol, donde aún se respeta la religión católica como la oficial del Estado y donde no puede faltar la música. | JOHN DURÁN.
Sin embargo, el investigador y consultor Gabriel Bonilla señala que decir amiguero no quiere decir que sea buen amigo.
“El tico no es leal, le gusta serruchar pisos. Hay una solidaridad disfrazada que esconde varios problemas estructurales y diferencias sociales en el país”, consideró Bonilla.
Más abajo, mencionado por un 75% de la muestra, figura como otro rasgo importante de nuestra idiosincrasia el hecho de que el tico valore la educación como un medio para salir adelante.
También se destaca que valora a la niñez.
La encuesta de Unimer se hizo vía telefónica a 600 personas de todo el país, entre el 23 y el 30 de agosto pasados. Tiene un margen de error de 4,0 puntos porcentuales y un nivel de confianza del 95%.
Espejo nacional. En la acera contraria, el ahorro, la puntualidad y la honestidad son los valores que menos encuestados consideran que representan a los ticos.
Solo un 16% de los entrevistados opina que somos ahorrativos, un 17% piensa que tenemos la costumbre de llegar a tiempo y un 20% estima que somos honestos.
Además, solo un 26% tiene la percepción de que somos planificadores, disciplinados y ordenados.
Unimer también preguntó a las personas cuáles valores nunca nos han identificado.
Cuatro de cada diez señaló que la puntualidad no ha sido uno de nuestros rasgos esenciales.
“El tico es impuntual y no le importa. La vagancia predomina y la gran culpa de ello es el hogar; ahora la familia está muy desintegrada”, sostuvo Sandra Meneses, vecina de Tibás.
Mientras tanto, tres de cada diez consideran que nunca nos hemos caracterizado por ser perfeccionistas ni ahorrativos.
Por género, el estudio revela que las mujeres entrevistadas tienen una visión más crítica que los hombres en cuanto a la presencia de valores como respeto, lealtad y pacifismo en los ticos.
Mientras, los jóvenes son quienes más estiman que el costarricense es solidario y trabajador, pero menos piensan que respete la naturaleza, sea puntual, tenga ética o que sea planificador.
Por nivel socioeconómico, las personas de clase media alta y alta son más críticas en todos los aspectos, sobre todo en cuanto a la creatividad, la lucha y la criticidad de sus compatriotas.
Pérdida. Seis de cada diez ticos consideran que los valores han evolucionado en forma negativa en el país y la mitad señala que se están perdiendo los buenos modales, el respeto hacia los adultos mayores y a todas aquellas personas que son distintas a ella o él.
“La dignidad hacia la mujer se ha perdido. Los menores no respetan a los mayores, todo es un puro vacilón y hay una importante pérdida de valores en el hogar, ya en las casas no se reza”, criticó la religiosa Olivia Morales, de Cartago.
Por otra parte, Unimer pidió a los entrevistados detallar cuáles valores se han perdido.
Un 77% estima que la honestidad se ha ido diluyendo, un 72% piensa que el tico es cada vez más irrespetuoso y un 67% opina que ha perdido la ética y el respeto a las leyes y las reglas.
“Se está perdiendo el respeto hacia los adultos mayores, la propiedad ajena, hay mucha agresión en todo sentido, pero todo ese malestar se olvidan cuando juega la Sele ; ahí sí hay orgullo nacional y se van los problemas”, criticó Christian Araya, vecino de San José.
Y a la ahora de repartir culpas un 40% de la muestra señala que la pérdida de valores es responsabilidad de la familia y de la crianza que reciben los hijos.
Mientras, un 32% opina que la culpa es del Gobierno y solo un 29% señala que el problema está en cada persona.
Otro dato curioso que revela es estudio es que, pese a que la cultura de respeto al ambiente ha sido un tema país, solo un 50% de la muestra asegura que los ciudadanos de este país se preocupan realmente por cuidar la naturaleza.
“Hay una realidad y es que al tico solo le preocupa lo propio. Hay gente que no tiene electricidad y no tiene los servicios básicos. Toda esa realidad se oculta mediante el mito de la felicidad”, sostuvo el consultor Gabriel Bonilla.
Otro dato curioso que revela es estudio es que, pese a que la cultura de respeto al ambiente ha sido un tema país, solo un 50% de la muestra asegura que los ciudadanos de este país se preocupan realmente por cuidar la naturaleza.
“Hay una realidad y es que al tico solo le preocupa lo propio. Hay gente que no tiene electricidad y no tiene los servicios básicos. Toda esa realidad se oculta mediante el mito de la felicidad”, sostuvo el consultor Gabriel Bonilla.
Si hemos sido estimulados como sociedad con sentimientos católicos de temor, de sufrimiento, de dolor en razón de nuestros orígenes, nuestras respuestas al entorno predominarán sobre los estímulos propositivos.
Sí es sabido que si la información es pertinente, útil y rica en aportes, en salida se obtendrá un resultado mucho más productivo y provechoso.
Quiero lanzar un reto polémico al Colegio de Periodistas. Que convoque a un coloquio, conferencia, reunión o “conversatorio” sobre el tema:
“EL DERECHO DE EXPRESIÓN DE LOS FUNCIONARIOS, ANTE LA LIBERTAD DE PRENSA Y DE INFORMACIÓN DE LOS PERIODISTAS” con la pregunta siguiente:
¿Tienen los periodistas más derecho a la libre expresión que los funcionarios?
Pronto escribiré un ensayo sobre una investigación realizada por un telenoticiario que me correspondió analizar.