miércoles, 25 de julio de 2012

La metáfora del yo espejo: Luis mirando al río Chimurria en lucha interior contra el tiempo, contra la muerte: el presente vengándose de mi pasado. Mi imagen: ¿Quién,qué,cómo,por qué, cuándo y dónde SOY?

Ironía. ¿Escuchas la palabra? ¿La lees? ¿La escribes? 6 letras ordenadas arbitrariamente. Porque podría ser:  roniaI,  ainoroI, iorain, rionía, naiori. Pero no. Alguien, mucho antes que nosotros decidió que la palabra debía ser esa: IRONÍA. Y que esas seis letras así ordenadas deberían significar:
1   Modo de expresión o figura retórica que consiste en decir lo contrario de lo que se quiere dar a entender, empleando un tono, una gesticulación o unas palabras que insinúan la interpretación que debe hacerse.
2   Tono burlón que se utiliza en este modo de expresión.
3   Situación o hecho inesperado, opuesto o muy diferente al que se esperaba y que parece una broma pesada: las ironías de la vida.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.A-

Luego, no puede ser gozo, alegría, simpatía, certeza, riqueza, no. Debe ser esa ambigüedad entre lo que pudo ser y lo que no; es decir, la suerte, o la muerte: Suceso inesperado que parece una burla del destino.
En el caso de este nuevo blog la ironía consiste en replantearme, a partir de un dedazo sobre mi anterior blogspot.analogoncomunica, toda la estrategia de comunicación que utilizaré, ahora con un sentido mucho más fino de la oportunidad, sin impulsos y procurando haciendo girar sus contenidos alrededor de la psique del yo espejo y su trascendencia en mi vida particular; y por extensión, en la de quienes quieran seguirme en estas reflexiones.
La ironía es que en mi anterior blog había alcanzado 6.500 visitas y llevaba acumulados como $15 de ingresos al cabo de 6 meses de vida útil. La ironía es que yo no abrí el blog para ganar dólares, sino para salvar mi propio yo de la muerte térmica, del olvido, de mi estado de consciencia, como una oportunidad de sustituir la vida narcisista del profesor prestigioso por la vida no más serena y bucólica de la otra frontera costarricense, la Upala de los indicadores económicos, sociales y humanos deplorables, peor aún, miserables al estilo de la gran obra de Víctor Hugo, el gran escritor francés.

Ahora quiero recuperar, a una velocidad mayor ese auditorio para utilizarlos como espejos refractarios de mis reflexiones, angustias, sinsabores, alegrías, expectativas, entregándoles de manera más consistene y disciplinada algún tema de reflexión por día.  No tan extenso como el capítulo de una novela-blog, pero sí más exprimido, más comprimido, más sintético y con un sentido más persuasivo.

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