viernes, 3 de agosto de 2012

YO NO PASE POR EL SEMANARIO. AYUDÉ A FORJARLO

YO NO PASÉ POR EL SEMANARIO UNIVERSIDAD. YO CONTRIBUÍ A FORJARLO
Luis Montoya Salas, ex administrador de la U

Antes de viajar, en agosto de 1976 a Francia, como el primer becado de la novel Escuela de Periodismo de la UCR,  yo administraba el semanario Universidad.



Eran los tiempos de la Guerra Fría y el semanario dirigido por Mario Zeledón, filólogo de formación y a la sazón recién graduado  de periodista le imprimía a la línea y política editorial un sello de denuncia en contra del status quo. Yo mismo, siendo administrador y estudiante de periodismo realicé, bien lo recuerdo, sendos reportajes sobre la contaminación del estero por parte de (ex)  Fertica y sobre un negocio con frijoles por parte del Consejo Nacional de la Producción.
Un  personaje que contribuyó  a brazo partido con el posicionamiento de los periódicos en los puestos de venta en San José y Valle Central, José Antonio Vargas debe ingresar a la lista de Facebook de los que “pasaron” por el semanario. Todos los lunes, bien temprano, con un entusiasmo loco y digno de reconocimiento montaba los paquetes de periódicos en un pick-up y hacía su recorrido. Al final de la semana nos reuníamos con el director para hacer el balance de las ventas.
Yo, por mi parte, con la experiencia en diseño todo muy empírico y elemental obtenida en el antiguo CESPO Centro de Estudios en Población bajo la dirección del hoy periodista deportivo Mario Vargas establecía cruces de variables entre el color plano asignado a la portada de tal edición con el volumen de ventas. Y comprobé, entonces, que 2 colores particularmente incidían sobre las ventas: el morado y el azul sobre el verde y el amarillo. Esta información se le comunicaba al diagramador,  quien a su vez ordenaba a la Oficina de Publicaciones de la UCR la impresión correspondiente.
Un período aciago, aunque folclórico de la vida universitaria por aquellos años eran los pregoneros voceando “la U” por todo el campus. Se trataba de niños menores de barrios marginados de los alrededores  que debían estar en la escuela, pero más necesitaban el cinquito obtenido de la venta de periódicos y el semanario los utilizaba como parte de su primitiva estrategia de venta. No recuerdo y esto es un mea culpa, que el Semanario ni la Universidad les ofrecieran condiciones de ayuda para facilitarles su inserción en la escuela. Se trataba de niños bien pobres, pero igual de honrados.  Los lunes, quizás sin desayunar, los pregoneros inundaban la entrada del Edificio de aulas en Ciencias Sociales y lidiando con Rocío Ortíz Contreras se echaban al hombro su paquete de periódicos  y sólo los veíamos al final de la mañana con la parte de sus ventas y la devolución de periódicos. En el instante se les cancelaba su comisión; y si quedaban periódicos (la mayoría de las veces) seguirían rondando durante la semana.
Han transcurrido casi 36 años desde entonces. Cientos de estudiantes se forjaron en la sala de redacción del semanario y difundieron sus ideales en medios informativos comerciales y sufrieron expulsiones y quedaron marcados y marginados como izquierdistas, “revuelca albóndigas”, bochincheros. Millones de ejemplares se imprimieron y otros tantos sirvieron para crear una conciencia crítica sobre la realidad social de aquellas épocas convulsas.   
Por mi parte, yo viajé a Francia con mi esposa de entonces y mi hija en un exilio de 4 años, sólo conectado a Costa Rica por cartas esporádicas, casetes grabados con música nacional y saludos de mis suegros y la espera mensual del cheque depositado en la Banque Nationale de Paris que siempre constituía un verdadero acontecimiento en razón de su dependencia para hacerle frente a los gastos de un becado y su familia que sólo vivía de eso.
A los cuatro años y siendo que mi formación en la Escuela de periodismo había sido en extremo deficiente respecto de los estándares franceses; y que, por tratarse de la primera beca que la Administración central de la UCR le otorgaba a la escuela de periodismo no existía mucha información sobre a qué centro educativo o provincia francesa trasladarme, no pude concluir mi doctorado en comunicación en el plazo establecido.
Al regresar a Costa Rica mi plaza en el semanario estaba ocupada; y en la Escuela de periodismo no me querían sin el doctorado. Entonces tuve la dicha de recibir una beca por un año y me fui íngrimo y solo para Saint Denis, en las afueras de París hasta alcanzar el requisito exigido por la incipiente Asamblea de escuela que me ponía como condición el doctorado para nombrarme en propiedad. 
No me fue fácil insertarme de nuevo a una institución para la cual había empezado a trabajar en 1966 en la Oficina de Publicaciones; y más tarde, en el Centro de Estudios de Población (CESPO).
Aun guardo y ni siquiera sé cómo, ni por qué las primeras acciones de personal que me extendió la Escuela de Comunicación fechadas 1 de setiembre de 1980 donde se lee: “Anteriormente ocupaba el puesto de Jefe de Sección Adm.1 en Semanario Universidad al cual renunció a partir del 1-8-80. Ahora, profesor interino licenciado tiempo completo con un sueldo base de 6,497 colones, hasta que se le fije el salario.
El 1 de diciembre de 1980, Francisco Escobar, director de la Escuela por un breve tiempo firma una acción de personal en la que se me asigna como salario mensual la suma de 2,619 colones para impartir el curso Introducción a la comunicación grupos 01 y 02. Y a partir del 1-1-82 empiezo a ganar 3,076.25 colones mensuales.
A un nuevo director, Carlos Morales le correspondió hacerme otro nombramiento interino en enero de 1982 – 31 de marzo 1982 esta vez como profesor invitado con un salario mensual de 9,824,20 colones, “mientras el Centro de Evaluación Académica le define su situación para el ingreso a Régimen Académico, la cual tiene en estudio”. En esta acción de personal consta mi nombramiento interino como Profesor invitado II año. Pero el 12 de febrero de 1982, Carlos Morales firma una acción de personal en la que se me asciende a Profesor Adjunto y mi salario mensual también aumenta a 12.547 colones.
Para el 1 de enero de 1983, un nuevo director, Mario Cordero R. firma otra acción de personal por un aumento salarial hasta completar 17.404 colones mensuales impartiendo los cursos de Introducción a la comunicación, Sociología de la comunicación, Análisis psico-social de radio, cine y TV.
Y ahora sí, con mi doctorado en ciencias de la expresión y de la comunicación debidamente reconocido por la UCR, le corresponderá a Mario Zeledón Cambronero firmar el 17 de noviembre de1983 “mi regreso al trabajo” devengando un salario de 18,408 colones.
Así evolucionó mi salario mensual en mis primeros años como profesor universitario en la ECCC: en 1980,  sueldo base de 6,497 colones; enero de 1982 – 31 de marzo 1982, esta vez como profesor invitado. Salario mensual  9,824,20 colones, 12 de febrero de 1982,  12.547 colones. el 1 de enero de 1983, 17.404 colones mensuales; un salario de 18,408 colones.  La media de mis aumentos mensuales durante 3 años fue de 3.380 colones.
  
8 años después, a principios de 1991 la Asamblea de escuela que me impuso trabas para mi nombramiento interino como profesor invitado me eligió como su director, en medio de una crisis institucional que amenazaba con intervenir esta unidad académica.
El resto es parte de mi historia, ligada estrechamente al devenir de la Escuela de Comunicación. Pero de este escribiré en una próxima Historia de vida, circunstancias del tiempo.         

YO NO PASÉ POR EL SEMANARIO. YO CONTRIBUÍ A FORJARLO

YO NO PASÉ POR EL SEMANARIO UNIVERSIDAD. YO CONTRIBUÍ A FORJARLO
Luis Montoya Salas, ex administrador de la U

Antes de viajar, en agosto de 1976 a Francia, como el primer becado de la novel Escuela de Periodismo de la UCR,  yo administraba el semanario Universidad.



Eran los tiempos de la Guerra Fría y el semanario dirigido por Mario Zeledón, filólogo de formación y a la sazón recién graduado  de periodista le imprimía a la línea y política editorial un sello de denuncia en contra del status quo. Yo mismo, siendo administrador y estudiante de periodismo realicé, bien lo recuerdo, sendos reportajes sobre la contaminación del estero por parte de (ex)  Fertica y sobre un negocio con frijoles por parte del Consejo Nacional de la Producción.
Un  personaje que contribuyó  a brazo partido con el posicionamiento de los periódicos en los puestos de venta en San José y Valle Central, José Antonio Vargas debe ingresar a la lista de Facebook de los que “pasaron” por el semanario. Todos los lunes, bien temprano, con un entusiasmo loco y digno de reconocimiento montaba los paquetes de periódicos en un pick-up y hacía su recorrido. Al final de la semana nos reuníamos con el director para hacer el balance de las ventas.
Yo, por mi parte, con la experiencia en diseño todo muy empírico y elemental obtenida en el antiguo CESPO Centro de Estudios en Población bajo la dirección del hoy periodista deportivo Mario Vargas establecía cruces de variables entre el color plano asignado a la portada de tal edición con el volumen de ventas. Y comprobé, entonces, que 2 colores particularmente incidían sobre las ventas: el morado y el azul sobre el verde y el amarillo. Esta información se le comunicaba al diagramador,  quien a su vez ordenaba a la Oficina de Publicaciones de la UCR la impresión correspondiente.
Un período aciago, aunque folclórico de la vida universitaria por aquellos años eran los pregoneros voceando “la U” por todo el campus. Se trataba de niños menores de barrios marginados de los alrededores  que debían estar en la escuela, pero más necesitaban el cinquito obtenido de la venta de periódicos y el semanario los utilizaba como parte de su primitiva estrategia de venta. No recuerdo y esto es un mea culpa, que el Semanario ni la Universidad les ofrecieran condiciones de ayuda para facilitarles su inserción en la escuela. Se trataba de niños bien pobres, pero igual de honrados.  Los lunes, quizás sin desayunar, los pregoneros inundaban la entrada del Edificio de aulas en Ciencias Sociales y lidiando con Rocío Ortíz Contreras se echaban al hombro su paquete de periódicos  y sólo los veíamos al final de la mañana con la parte de sus ventas y la devolución de periódicos. En el instante se les cancelaba su comisión; y si quedaban periódicos (la mayoría de las veces) seguirían rondando durante la semana.
Han transcurrido casi 36 años desde entonces. Cientos de estudiantes se forjaron en la sala de redacción del semanario y difundieron sus ideales en medios informativos comerciales y sufrieron expulsiones y quedaron marcados y marginados como izquierdistas, “revuelca albóndigas”, bochincheros. Millones de ejemplares se imprimieron y otros tantos sirvieron para crear una conciencia crítica sobre la realidad social de aquellas épocas convulsas.   
Por mi parte, yo viajé a Francia con mi esposa de entonces y mi hija en un exilio de 4 años, sólo conectado a Costa Rica por cartas esporádicas, casetes grabados con música nacional y saludos de mis suegros y la espera mensual del cheque depositado en la Banque Nationale de Paris que siempre constituía un verdadero acontecimiento en razón de su dependencia para hacerle frente a los gastos de un becado y su familia que sólo vivía de eso.
A los cuatro años y siendo que mi formación en la Escuela de periodismo había sido en extremo deficiente respecto de los estándares franceses; y que, por tratarse de la primera beca que la Administración central de la UCR le otorgaba a la escuela de periodismo no existía mucha información sobre a qué centro educativo o provincia francesa trasladarme, no pude concluir mi doctorado en comunicación en el plazo establecido.
Al regresar a Costa Rica mi plaza en el semanario estaba ocupada; y en la Escuela de periodismo no me querían sin el doctorado. Entonces tuve la dicha de recibir una beca por un año y me fui íngrimo y solo para Saint Denis, en las afueras de París hasta alcanzar el requisito exigido por la incipiente Asamblea de escuela que me ponía como condición el doctorado para nombrarme en propiedad. 
No me fue fácil insertarme de nuevo a una institución para la cual había empezado a trabajar en 1966 en la Oficina de Publicaciones; y más tarde, en el Centro de Estudios de Población (CESPO).
Aun guardo y ni siquiera sé cómo, ni por qué las primeras acciones de personal que me extendió la Escuela de Comunicación fechadas 1 de setiembre de 1980 donde se lee: “Anteriormente ocupaba el puesto de Jefe de Sección Adm.1 en Semanario Universidad al cual renunció a partir del 1-8-80. Ahora, profesor interino licenciado tiempo completo con un sueldo base de 6,497 colones, hasta que se le fije el salario.
El 1 de diciembre de 1980, Francisco Escobar, director de la Escuela por un breve tiempo firma una acción de personal en la que se me asigna como salario mensual la suma de 2,619 colones para impartir el curso Introducción a la comunicación grupos 01 y 02. Y a partir del 1-1-82 empiezo a ganar 3,076.25 colones mensuales.
A un nuevo director, Carlos Morales le correspondió hacerme otro nombramiento interino en enero de 1982 – 31 de marzo 1982 esta vez como profesor invitado con un salario mensual de 9,824,20 colones, “mientras el Centro de Evaluación Académica le define su situación para el ingreso a Régimen Académico, la cual tiene en estudio”. En esta acción de personal consta mi nombramiento interino como Profesor invitado II año. Pero el 12 de febrero de 1982, Carlos Morales firma una acción de personal en la que se me asciende a Profesor Adjunto y mi salario mensual también aumenta a 12.547 colones.
Para el 1 de enero de 1983, un nuevo director, Mario Cordero R. firma otra acción de personal por un aumento salarial hasta completar 17.404 colones mensuales impartiendo los cursos de Introducción a la comunicación, Sociología de la comunicación, Análisis psico-social de radio, cine y TV.
Y ahora sí, con mi doctorado en ciencias de la expresión y de la comunicación debidamente reconocido por la UCR, le corresponderá a Mario Zeledón Cambronero firmar el 17 de noviembre de1983 “mi regreso al trabajo” devengando un salario de 18,408 colones.
Así evolucionó mi salario mensual en mis primeros años como profesor universitario en la ECCC: en 1980,  sueldo base de 6,497 colones; enero de 1982 – 31 de marzo 1982, esta vez como profesor invitado. Salario mensual  9,824,20 colones, 12 de febrero de 1982,  12.547 colones. el 1 de enero de 1983, 17.404 colones mensuales; un salario de 18,408 colones.  La media de mis aumentos mensuales durante 3 años fue de 3.380 colones.
  
8 años después, a principios de 1991 la Asamblea de escuela que me impuso trabas para mi nombramiento interino como profesor invitado me eligió como su director, en medio de una crisis institucional que amenazaba con intervenir esta unidad académica.
El resto es parte de mi historia, ligada estrechamente al devenir de la Escuela de Comunicación. Pero de este escribiré en una próxima Historia de vida, circunstancias del tiempo.         

domingo, 29 de julio de 2012

JOVEN COLEGIAL SE AHORCA EN VILLANUEVA DE UPALA

Queridas amigas y amigos: Hoy, 29 de julio de 2012 es un día de duelo para Villanueva de Upala, para todo el cantón 13 de Alajuela y para todo Costa Rica.
Yo no quiero que este caso quede en el olvido sumándose a otros suicidios ocurridos en esa comunidad, ante el silencio cómplice de directores regionales, profesores, psicólogo del liceo; y sobre todo, del PANI.
Si algún favor les pedí en alguna ocasión para llevar alegría a niños de Los Barrantes, o a personas mayores que dormían en suelo de tierra con goteras en sus techos, abandonados y hasta explotados por sus propios hijos mayores olvídenlo y concentren, por favor toda  su atención en el caso que les narro de inmediato. Háganlo saber en las redacciones de los periódicos, en sus lugares de trabajo... Emplacen, obliguen, inunden de cartas el PANI en San José para que intervengan el PANI de Upala y desvelen los inimaginables problemas de incesto, de SIDA en menores, la pobreza imperante y la ciega e inhumana actitud de las autoridades correspondientes.
Lo queramos o no y aunque Upala sea  en la práctica por historia y geografía parte de la otra frontera, la verdad es que aquí también vale la Constitución Política de Costa Rica. 
 Un joven de escasos 14 años fue encontrado ahorcado en días pasados por un amiguito de la escuela, en un lugar retirado de Villanueva de Upala. Murió, imagínense, en la más grande soledad, destrozado en su interior por la culpa de haber nacido para ser estorbo de los demás. Rechazado, humillado, sin la menor opción de futuro, como existen en Upala, tantos casos idénticos.
El joven había  anunciado su suicidio con señales de su desesperanza pues llegaba al liceo automutilado y amenazando con ser muy problemático. Pero nada de esto llamó la atención de la profesional en psicología del Liceo, ni de los profesores, ni de nadie. Se trataba de un muchacho disfuncional y había que aislarlo.
Desde que estaba en la escuela, el muchacho fue rechazado por su propia madre quien lo regaló a una amiga, cerca de la frontera norte. La vecina lo malquería, lo maltrataba, lo hacía dormir fuera de la casa. Este muchacho no tenía ni uniforme propio, pues un amigo se lo prestaba. La amiga, tan pobre como su madre lo dio a otra señora quien hizo lo que pudo para apoyarlo. Pero ocurrió el desenlace.
En otras oportunidades y artículos he descrito la situación particular de Upala. Aquí campea, peor que la indiferencia, el desprecio por la pobreza y la ignorancia. Escuelas dirigidas por alcohólicos, horarios extra-flexibles, maestros que se ausentan sin explicación alguna... y no pasa nada, pues el pueblo no tiene capacidad de organización ni de respuesta. Una enseñanza de pésimo nivel, sin  supervisión de calidad alguna. La miseria y la ignorancia son vistas como lacras heredadas y hasta señaladas como castigos divinos, cuando son, además de los problemas inherentes a una franja fronteriza sometida durante la década del 80 del siglo pasado a los vaivenes de la geopolítica mundial, el resultado de prácticas corruptas, por acción u omisión, de dirigentes gubernamentales que tienen la responsabilidad delegada de sus superiores los ministros y presidentes ejecutivos de los respectivos ramos en el MEP, el IDA, el MINAET, etc. La Municipalidad de Upala también conoce, o debe conocer en su nueva estrategia ciudadana estas profundas aberrraciones. Pero no cuenta con recursos o posibilidades para intervenir. Al menos, no aparecen esbozadas en un plan estratégico que se pretende exhaustivo, honesto, incisivo, acciones correctivas en esta dirección.
Amigas y amigos, pecado de lessa humanidad sería el mío si conozco de estos casos y guardo silencio, sólo para no implicarme en problemas que, si ensucian la propaganda gubernamental del país más feliz del mundo podrían ser calificados de demagogia política. !No!. Ya Freud nos alertó del precio que debemos pagar posteriormente, si no enfrentamos en el presente, los problemas, la realidad. 

sábado, 28 de julio de 2012

EL YO ESPEJO EN SU RELACIÓN CON LAS IMÁGENES
Apuntes para una semiótica de la imagen   (I)
Dr. Luis Montoya Salas
Comunicólogo


El refrán “Una imagen vale por mil palabras”, atribuido a los chinos tiene una variante.  Esto sería cierto, a condición de conocer el código para decodificar los componentes de esa imagen.
Y para decodificar lo visual yo necesito un lenguaje verbal de lo mostrado que me permita percibir las formas, los colores, matices, sentido, composición para identificar, nombrar, interiorizar y conocer. Es decir, necesito un conocimiento “a priori” para obtener el máximo provecho de la información contenida en esa imagen.
La semiótica utiliza un concepto muy apropiado para relativizar la tajante afirmación que abre estas reflexiones:  la polisemia. Frente a una imagen con idéntico contenido, diferentes personas interpretarán su praxis semiótica, de acuerdo con su sensibilidad plástica, su capacidad para mirar, que es más que el simple ver, su actitud, estado de ánimo,  atracción que le provoque la imagen observada; pero, sobre todo, su propia vivencia personal. La imagen de un niño llorando no será leída de la misma manera por un artista que por un obrero, campesino, o empleado sometido, desde tempranos años al trabajo explotador.
Además, está el punto de vista del creador de esa imagen que hace, precisamente desvestir de objetividad toda imagen.

Veamos el ejemplo de las fotografías tomadas en la inauguración de los Juegos Olímpicos en Londres por el pool de Getty Images.
En la imagen aparecen el Príncipe Phillips Duque de Edimburgo y el Príncipe Wiliams, Duque de Cambridge.
Ambos son el centro de atención del fotógrafo, en razón de su rango real. Pero en la composición fotográfica cuyo eje vertical está dado por la posición sentada del Príncipe Phillips y la posición de pie del Príncipe Williams  se establece una jerarquía de superioridad del joven, respecto del Príncipe Phillips. Williams está de frente, erguido, alegre, optimista, lleno de vida, dueño del espacio y del tiempo simbolizando el futuro, cual árbol dinástico; pero sentado, con una mirada angustiante, casi de dolor contenido, el Príncipe Phillips representa todo lo opuesto: la agonía, la decadencia física, el encorvamiento de los años. ¿Tuvo el periodista en mente difundir a millones de lectores del Yahoo este mensaje? ¿Está realmente ese mensaje en la fotografía? ¿Infiero el mensaje a partir de mis propias subjetividades y deseos de ver ahí lo que no está? ¿
Sin duda, la imagen existe porque antes un sujeto la selecciona, la escudriña, la codifica. Está, además, las razones por las cuales yo selecciono esa imagen de entre muchas otras. Esas imágenes que se diferencian de las otras serán las que construyan el imaginario colectivo de una sociedad respecto de las imágenes que circulan por el universo masmmediático.
Recordemos que la imagen es un soporte de la comunicación visual que materializa un fragmento del entorno óptico-universo-perceptivo-susceptible de subsistir a través de la duración y que constituye uno de los componentes principales de los medios de difusión colectiva. Fotografía, cine, televisión, escultura, pintura, caricaturas, etc.
Y en su dimensión, la imagen se caracteriza, entre otros aspectos, por su grado de figuración que corresponde a la idea de representación, a través de la imagen de objetos y seres conocidos intuitivamente por medio de nuestra vista, como perteneciente al mundo exterior. La imagen se presenta, por lo general, como algo esquemático, ello debido rincipalmente a la proyección de dos dimensiones que ésta hace de los objetos. La profundidad del campo, el fondo, corresponde a nuestra capacidad perceptiva de construir el fondo. Es decir, el fondo no está en la imagen sino en nuestra percepción de la tercera dimensión.
Veamos esta otra fotografía, también de la inauguración de los Juegos Olímpicos. El fotógrafo Pascal Le Segretain presenta en el primer plano de la escena al Secretario de Estado para la Cultura de Inglaterra y a la Duquesa Catherine de Cambridge. El Príncipe Carlos, ex esposo de la Princesa Diana aparece difuso, como una figura fantasmal, sin vida, sin sonrisa, minimizado en su ego e inferior a cualquiera otra de las figuras públicas del cuadro. Es más, en el pie de foto el Príncipe Carlos no es mencionado. ¿Era este el propósito del fotógrafo al permitir ver apenas su perfil, reconocible solo por una experiencia anterior del perceptor?
La imagen construye el mensaje a partir de esquematizaciones en tanto es un elemento de comunicación. El uso de las esquematizaciones podría servir para manipular y transmitir en forma más fácil el tema de la imagen.
Y como adelanté en las primeras líneas, la imagen es más compleja que su simple mirar. Intuitivamente podría decirse  que las imágenes se dividen en simples y complejas. El punto de partida para realizar tal distinción sería el número de elementos presentes en cada una de ellas, así para una imagen con pocos elementos la clasificaríamos de simple y a una saturada, de compleja. Sin embargo, no siempre es válida tal clasificación y sólo nos serviría para caracterizas a las imágenes junto a otras categorías.
Deben considerarse otros elementos, como el grano, el tamaño, la escala de planos, las denotaciones y connotaciones, los códigos socio-culturales, de la forma, los códigos cromáticos, que iremos viendo gradualmente.

viernes, 27 de julio de 2012

El guardameta.

EL GUARDAMETA.
Luis Montoya Salas
(Comunicólogo)

Por los años 50 del siglo pasado, dos escuelas de San José, opuestas en la composición de sus alumnos, de su dinámica, estructura administrativa  y recursos económicos mantuvieron una relación institucional que el personal y los alumnos  vivían intensamente. La  Juan Rudín, situada en los alrededores de la Catedral Metropolitana; y más hacia el noreste, la Escuela Virgen Poderosa que ocupaba el sector suroeste del Hospicio de Huérfanos, frente al costado norte de la “Northern”, antiguo ferrocarril al Atlántico.
Por alguna razón, que no alcanzo a precisar, una vez al año la Juan Rudín rendía visita a la Virgen Poderosa. Y se presentaba con todas sus galas: desfile de banderas, con banda  incluida tronando y retumbando  por todos los pasillos del Hospicio. Era un día de festival, con actividades culturales, deportivas y una comilona de arroz con pollo y papas fritas tan soberana que más de uno terminaba en la madrugada pujando el vómito o soltando la diarrea.
Y al día siguiente y por una vez al año, había algo diferente qué comentar.
Pero nada comparable, con la épica construida alrededor del partido de fútbol que enfrentaba a ambas escuelas.
Después de los desfiles y saludos de las autoridades,  los techos, las ventanas, algún montículo de la huerta, las verjas,  el tanque de almacenamiento de agua;  todo, alrededor del patio mayor de unos 30 metros de largo por 15 de ancho construido de pura piedra labrada, servía de gradería para observar el espectáculo. Ese día valía por  todo el año. Hasta el portón de la huerta que daba al exterior siempre cerrado cedía al gozo que embargaba a la comunidad hospiciana para hacer partícipes  a los vecinos de aquella fiesta futbolera.  No existía el riesgo de fuga. No ese día.
El árbitro, un profesor de Educación Física de la Juan Rudín sonó el silbato. Y el grito que siguió debió escucharse en San Pedro, en La Sabana, en los barrios del Sur. Patadas al balón iban y venían. Un balón de cuero con su tripa de cerdo inflada y sostenida con una coyunda que podía soltarse y producir marcas como penitentes latigazos.
 En un instante, la bola golpea el travesaño de madera. Un silencio, el rebote sobre la línea de gol y el guardameta que en una irracional atajada apenas si la desvía  con las uñas lanzándose al suelo de piedra sobre la esquina inferior derecha de su portería. ¡Tiro de esquina!
Era la primera vez en varios años que la Juan Rudín no le ganaba a la Virgen Poderosa. El partido quedó empatado a 0 goles. Y al final, el guardameta  terminó en el hospital con heridas  en rodillas, puños y rostro.
Por una sola vez, el guardameta había salvado la honra, el ego del colectivo, demostrando cuánto orgullo podía encerrar  el pecho de un hospiciano.
A partir de entonces, aquel muchacho pasó del anonimato al liderazgo titular del equipo de fútbol de la Virgen Poderosa  para cuanto partido se jugara  en la plaza Roosevelt, en la Sabana, en el Cocal de Puntarenas, entre otros lugares.
Muchos años después lo vi por los alrededores del parque Morazán. Rememoramos ese día. El agradecimiento a la vida por aquella única oportunidad se derretía en lágrimas. Sólo eso quería, debía y podía agradecer, pues en su ingenuidad se dejó embelesar  por cuatro de sus amigos;  y un día de tantos se fugó del Hospicio para crear, juntos,  un equipo de fútbol.
Pronto los encontraron y terminaron en el Reformatorio Soldatti. Y de ahí a las calles y a la delincuencia sólo hubo  un dejo de distancia.

miércoles, 25 de julio de 2012

Apuntes breves para la lectura de rostros

SOBRE LA LECTURA DE ROSTROS.

"Muéstreme a un hombre de 40 años que no sea responsable de su cara…"



Objetivo:

Aprender a reconocer ciertas expresiones faciales como indicios de rasgos básicos y de estados de ánimo o actitudes habituales.

Introducción.

            La lectura de rostros se remonta al tiempo de Aristóteles (384-322 a.C). La fisonomía es la ciencia que estudia la estructura emocional, temperamental y caracterológica de las personas a partir de sus rasgos faciales. Este arte se funda en la creencia general de que hay una íntima conexión entre los rasgos y la expresión de la cara y las cualidades los hábitos de la mente". Así por ejemplo, Johann Kaspart Lavater (1741-1801) sostenía que el hombre interior se revela a través de signos externos. Estaba convencido de que la apariencia de las personas está modelada por los hábitos particulares del pensamiento y de que los diferentes caracteres se distinguen por una particular conformación y combinación de los rasgos.
Pero la fisonomía perdió vigencia a partir del siglo XVIII al confundírsele con la frenología, una teoría sin ninguna base científica, pues sostenía que "los contornos externos del cráneo (los chichones) revelaban los talentos especiales y los rasgos del caracter de una persona" (Franz Joseph Gall, alemán.1758-1828). La frenología enseñaba que las facultades de la mente se manifiestan en unas treinta porciones separadas del cerebro, asociadas a determinadas facultades. El desarrollo de cada facultad mental era juzgado por la forma del cráneo que cubría esa posición particular.
La fisonomía es nuevamente retomada, primero, en Alemania en la década de 1930 y España, por el Dr. Wolf, connotado investigador alemán para brincar en la década de 1940 a las universades norteamericanas como Harvard, Columbia con los norteamericanos Gordon W. Allport, gran psicólogo norteamericano de Harvard; P.E. Vernon; Huntley; Knigt; Dunlap, etc. Los dos últimos, por ejemplo, estudiaron las expresiones faciales centradas en la forma y las características de la boca.
Otro obstáculo enfrenta la fisonomía en la década de 1950, con la pérdida de interés en este tema por parte de la psicología y la psiquiatría norteamericanas, en particular del conductismo y del psicoanálisis y la prioridad otorgada a las técnicas proyectivas sobre las expresivas.  
Hoy es posible complementar el abordaje empírico (en tanto que intuitivo e instintivo) con el impresionante avance de la Neuropsicología y el desarrollo del Psicoanálisis, la Psicología de la Gestalt y la Psicología conductista, para complementar, contrastar, comprender y explicar por ejemplo, factores concernientes al caracter y a su expresión emocional, cognitiva, conductual, fisiológica y anatómica… 


PROCEDIMIENTO PARA LA LECTURA DE ROSTROS.


Se construyó un instrumento (adjunto) a partir de 4 variables básicas: los dos hemisferios cerebrales y las transmisiones genéticas de los progenitores. En el primer caso, debido a las características y funciones de cada hemisferio. (El derecho: intuición, imaginación creativa capacidad de percibir una impresión general. Más involucrado con el simbolismo y la metáfora. Percepción de las relaciones espaciales. Elaboración de imágenes visuales en los sueños. Más emocional, visceral, intuitivo y sentimental. El izquierdo: lógica, lenguaje, habilidad matemática, pensamiento abstracto, pragmático, soluciona problemas)
Por otra parte, el hemisferio derecho tiene mayor influencia sobre el lado izquierdo del cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. En cuanto al hemisferio izquierdo, se manifiesta del lado derecho del cuerpo.
Se podría sugerir, entonces, que las emociones más profundas, los sentimientos viscerales que son la actitud básica de una persona hacía sí misma y hacia la vida en general emanan del hemisferio derecho y se expresan más fácilmente en el lado izquierdo de la cara.  Las respuestas más controladas o conscientes: la máscara social civilizada originada en el hemisferio izquierdo, más orientado a la realidad, se dibujan mejor en el lado derecho de la cara. Así, aunque el caracter subyacente tienda a aparecer más en el lado izquierdo de la cara, éste no es necesariamente el lado que se registra con más intensidad en la percepción del observador. De hecho, existe evidencia empírica de que lo opuesto es verdad: CUANDO DOS PERSONAS SE PONEN FRENTE A FRENTE, EL OJO DERECHO DE CADA UNA DE ELLAS SE DIRIGE PRIMERAMENTE AL LADO IZQUIERDO DE LA CARA DE LA OTRA PERSONA.
El ojo izquierdo es guiado por el hemisferio derecho y es probablemenbte, el más agudo en términos de percepción. Este ojo más agudo se enfrenta al lado derecho del otro, de modo que este lado pareciera ejercer mayor impresión sobre el observador. Pero el ojo derecho, conectado a la mitad izquierda del cerebro, más relacionada con la lógica se enfrenta al lado izquierdo. Se explicaría así, la dificultad que tenemos para percibir las emociones subyacentes del interlocutor,  en nuestros actos de comunicación cotidiana.
Dos hallazgos recientes de los estudios sobre fisonomía sugieren, sin ser contradictorios, que en todo acto de comunicación entre dos personas: a) existe mayor probabilidad de que el lado derecho de la cara influya más que el lado izquierdo, sobre la percepción total del rostro; b) el enfrentamiento del ojo (de una persona), menos perceptivo, con el lado derecho  de la cara (de otra persona), más enmascarado, puede reflejar un aspecto adaptativo, como si se le estuvieran escondiendo emociones más básicas, a ese ojo del interlocutor.
Por otra parte, el examen repetido de rostros, tanto de hombres como de mujeres revela ciertos patrones generales. Ha resultado, por ejemplo, que la mitad derecha de la cara a menudo aparece más agradable, sensible, vulnerable o abierta en su expresión. La mitad izquierda tiende más seguido a reflejar los aspectos ocultos, serios, firmes o deprimidos de la persona y parece reflejar el lado más siniestro de su caracter. Es más probable que el lado izquierdo de la cara registre las emociones negativas, mientras el lado derecho tiende a reflejar la parte más positiva (pero no necesariamente falsa) de la personalidad). Se ha sugerido, además que el lado izquierdo del rostro es más privado y que el lado derecho más público. Ante la gran variabilidad entre las personas puede ser más seguro decir que si alguien tiene la mitad izquierda agradable y la mitad derecha rígida y enojada, su disposición original es quizá agradable; puede haber desarrollado el aspecto rígido de enojo más adelante en su vida, en respuesta a experiencias y situaciones específicas.
Por lo demás, debe subrayarse que el significativo contenido de conjeturas supradichas tiene una base fisiológica que la sustenta. Y es que por debajo de la piel del rostro existen tejidos musculares sometidos constantemente a la tensión muscular de diversa magnitud. Es la configuración de esos tejidos resultante de nuestras respuestas expresivas a los constantes y diversos estímulos del entorno los que determinarán en un grado importante las características faciales revelando nuestro temperamento y caracter. En suma, nuestra personalidad, nuestra identidad, nuestra imagen física
Finalmente: descartando la cirugía plástica poco o nada podemos hacer el rostro. Pero si apreciamos el valor persuasivo de las únicas partes de la cara sobre las cuales podemos intervenir conscientemente: los ojos y los labios reduciremos notablemente los errores de percepción en nuestras relaciones interpersonales.
Dr. Luis Montoya Salas
GRAMÁTICA DE LA IMAGEN
ANÁLISIS DE UNA PÁGINA PUBLICITARIA.

1.       Presentación.

Existen varias formas de leer una página publicitaria y por consiguiente otras tantas para diseñarla:

L    S    O   Z    U
Existe, también un diagramado convencional de una página publicitaria basado en la Ley de los 3/3. Esta ley consiste en dividir horizontalmente en tres partes iguales y verticalmente en 3 partes iguales un espacio en blanco. En las intersecciones de las líneas verticales y horizontales se encuentran los puntos de interés de una página.
El anuncio que se analiza es el de una modelo francesa, en formato llamado a la americana con una lectura en Z: Foto de la mujer en los primeros 2/3 superiores de la imagen; slogan; imagen del producto.
La valoración de la foto es de carácter pictórico.

Y para su análisis se establece el siguiente cuadro:



Mensajo fotográfico
Mensaje verbal
Discurso publicitario global
Mensaje denotativo
Una mujer sentada en un sofá. Vestida con una camisa, una faja gruesa, un blue-jean. Dos cojines. El borde dorado de un cuadro. En la parte baja y a la derecha de la página: dos frascos de perfumes. Se encuentran exteriores a la foto principal

Código tipográfico:
Los caracteres son exclusivos y sofisticados.

Se puede ser rico (cualquier persona), vivir confortablemente, en el lujo, en medio del buen gusto y sin embargo mantenerse joven, audaz, seductora y moderna. Todo, con CALËCHE.
Público meta: las mujeres: las grandes burguesas a quienes dice: sean audaces, seductoras, que esto no es incompatible con su condición, su status.
A las de clase media: si usted utiliza el perfume CALECHE en esencia, usted será seductora, audaz, decidida, y estas condiciones pueden darte éxito social y por esa vía hacia el lujo.
Retórica en la que la mujer no muestra el producto. Deja a su público meta que saque las conclusiones.
Códigos connotativos
Códigos específicos:
Código pictórico:  La foto sugiere un enmarcado elegante de una pintura muy apreciada.
Significados: clase, nobleza, buen gusto, tradición.
La fotografía de la modelo es Fontal (mirada hacia el objetivo de la cámara)
Significado:  audacia, seguridad de sí misma.
Código del recuadro y de la composición:
El diseño está perfectamente equilibrado. Simetría establecida por los cojines. El desequilibrio de la modelo hacia la izquierda se compensa con el cuadro.
Significado: equilibrio,, buen gusto, estabilidad, seguridad.
Código de la luz:
Luz exterior, lateral, alumbra a la modelo de izquierda a derecha
Significados: Buen gusto, intimidad.
Pose de la modelo:
Estilo fotográfico:
Significado: condición de clase, posición noble.
Código cromático:
Dos colores: el azul y el dorado. Armonía del azul del blue – jean con el azul de los cojines y el dorado del cabello y del marco de la pintura.
Significado: Buen gusto, riqueza, nobleza, intimidad, seguridad.

Significación de los textos:

Las mujeres:
Utilización  de la figura retórica que representa a todas las mujeres.
Decididas…
Ambigüedad sobre el doble sentido de la palabra: carácter, personalidad, éxito y audacia, seducción.

Van hasta el límite:
 Se subraya el lado erótico de la seducción.

Hasta el extremo, el extracto…

El mensaje indica el propósito de la publicidad: la esencia de un perfume, con abolengo, tradición.



Códigos no específicos:

Códigos socio-culturales
Mobiliario: Decoración.
Muro tapizado del mismo color que el sofá. Marco dorado antiguo. 
Significado: lujo, riqueza, confort, gran burguesía.
Los dos cojines azules con dibujos modernos Contradicción: tradición: modernidad
Fisionomía y actitud de la modelo:
Mirada directa y regular; discreto maquillaje, como si estuviera en casa; peinado clásico.
Significados:  Belleza clásica, equilibrio, simetría, discreción.
Actitud de la pose:  Manos en la cintura, interpelación al lector con la mirada.
Significados:
Relax, clase, interpelación erótica.
Código del vestuario.:
Mayor contradicción: En una decoración clásica y tradicional, un blue-jean, un fajón de cuero, una camisa abierta y sin zapatos. Significados: Desenfado. Libertad, juventud, relajamiento, espontaneidad, modernidad, audacia, seducción erótica..

Código retórico:  La antítesis. Por un lado los códigos apuntan hacia un mismo nudo de significación: buen gusto, tradición, riqueza; y por el otro lado, un solo código (vestimenta) impone un nudo de significación  a priori antitético: juventud, audacia, relajamiento. Desenfado.
La publicidad se refiere, así a los valores sociales, culturales. Todos ellos reforzados por el texto.