sábado, 21 de septiembre de 2013

EL MALEFICIO DEL BOTICARIO UPALEÑO

Un maleficio para el boticario de Upala.
Dr.  Luis Montoya Salas
Comunicólogo

La pastora doña M…..  que ministra en un centro cristiano al norte de la capital no esperó a que me sentara. Apenas entré a su oficina  me dijo:  Antes de empezar las tres sesiones de la ministración quiero contarle algo que le aconteció a mi familia y que a la larga  me arrastró hasta   aquí.
Usted es el primero que sabe de esto. He esperado más de 15 años para compartir este fardo con alguien más. He soportado una tortura constante pues en las noches me vienen a la mente las imágenes del brujo en el cementerio, las de mi madre tirada en su cama enfundada en su vestido de novia y las de mi padre diletante,  con movimientos mecánicos, incoherentes, sin palabras para expresar sus sentimientos.
Doña M… no me advirtió que se trataba de algún secreto. Sin embargo,  al igual que la pastora esperó, yo me guardé aquellos hechos,  para el momento propicio.
Las coincidencias siempre  tienen alguna pincelada de curiosidad. Y como si se tratara de estímulos que abren otras  dimensiones, tres años después de esta primera reunión con la pastora M… yo experimentaría un encuentro meta-sensorial en el Coco´s Bar de San Jorge de Upala. El día tal yo me quedé a dormir en el bar que había tomado en arriendo. De todos modos, otras tantas noches había dormido en los lugares más inverosímiles.
Cerca de las 3 de la madrugada me invade un cosquilleo adormecedor en todo el cuerpo, empezando por los dedos de las manos,  como si me hubieran prensado dos pinzas conectadas al mayor voltaje soportable de la corriente eléctrica. Me levanto de la cama desubicado, como zombi, sin capacidad para pronunciar palabra, ni de racionalizar la situación. Siento todo el cuerpo herizado por el miedo y sólo tengo fuerzas para llamar a mi casa distante 12 kms. pidiendo que me saquen de ese lugar. Fue la segunda vez que conocí los límites soportables del miedo. Con sus taquicardias, sus combinaciones de frío y calor extremos, más la sensación de impotencia, fragilidad, soledad, pavor. Y sobretodo, su parálisis.  
A medida que la  pastora doña M… de 60 años me narra los hechos su rostro sufre cierta metamorfosis: por instantes es terror, luego, dolor, seguido de soledad y hasta de angustia. Y cada una se marca claramente en sus cejas, en sus labios, en lo tenso de sus mandíbulas y en la mirada.  
Interiormente, ella debía sentir lo mismo que yo sentí durante varias noches después de mi expulsión meta-sensorial del Coco´s Bar. Pues el espíritu del Coco´s me siguió hasta mi casa y me atormentó durante unos 20 días más hasta que desapareció al enfrentarlo con  el poder de Jesucristo mediante oraciones y meditación.
Sí me parecía extraño que doña M…. hubiera ministrado por muchos años a tantos espíritus desfallecidos y no hubiera podido resolver su propio dilema. Quizás por eso me escogió a mí, para ejercer por algunas horas su función  desde  el centro cristiano.  
Cinco años atrás yo había dejado mi ateísmo, al bautizarme como cristiano. Pero  aun ciertos espíritus de adicción me perseguían, tal y como Jesús predicó en  Mateo 12: 43 y 44:  “cuando el espíritu inmundo sale del hombre,  anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla entonces dice: volveré a mi casa de donde salí”.
En alguna Palabra del culto del domingo  escuché sobre  el poder de la ministración para encontrar la paz interior,  mediante la liberación de las ataduras históricas. Y en otra Palabra de otro culto dominical,  de seguro  recomendaron  el nombre de la pastora que ahora estaba frente a mí.
 Así empezó la pastora doña M… su relato: “ Nací y viví en Upala, hasta la muerte de mis padres.  Tenía 20 años cuando me casé, porque  las mujeres upaleñas de esa época no teníamos otra alternativa.  Para consumar el matrimonio católico tuve que trasladarme en carreta hasta Cañas, sóla con mi esposo. El viaje de ida y vuelta tardó 15 días.  Por aquellos años (1970) aquí no había iglesia ni cura, ni vías de comunicación con Guanacaste ni con el Valle Central. Nicaragua era  la única opción para el comercio y para enfrentar los problemas de salud. De allá venían los médicos  para atender los partos y los casos de enfermos graves.  Una vez al mes volaba la avioneta  desde Cañas y traía los medicamentos de la botica de  mi padre, así como los comestibles y habituallamientos de la casa. Mi madre se encargaba de las labores hogareñas y ayudaba también a mi padre en la limpieza y organización de la  botica. 
“Al regresar a Upala luego de la luna de miel y del largo viaje  noté ciertos cambios en la manera de comportarse de mi madre.  Parecía cansada y distraída. Y lo que nunca acontecía, la casa estaba muy sucia, al igual que los platos. Le pregunté qué pasaba y sólo atinó a alzar sus hombros.  Yo cogí la escoba, lavé los platos y fui a buscar a mi padre a la botica. El también se comportaba  de manera extraña. Su mirada estaba perdida y sólo se expresaba con gestos y sonidos guturales.
 Mis padres siempre habían sido muy apegados, muy cariñosos, muy chiniadores entre sí y conmigo. Y al verlos así, indiferentes, encerrados en sus propios mundos  como si  fueran desconocidos, me  preocupé.  Intenté averigüar qué había pasado, pero ninguno de los dos pudo explicarme  nada, simplemente porque  su realidad había sido distorsionada.
“Esperé   varias semanas  para tratar de comprender la situación. Pero con los días aumentaban los síntomas de indolencia, abandono, descuido, irresponsabilidad para con la casa y con la botica. Una  mañana, cerca de las 11 encontré a mi madre postrada en cama  durmiendo con el vestido de novia. Estaba perdida, hablando incoherencias. Su rostro estaba más pálido que de costumbre;  y de seguro que no se había  duchado en varios días. Mi padre, por lo general siempre alegre y comunicativo,  estaba huraño y ensimismado.   Y en la botica campeaba el desorden, la escasez de medicamentos,  el polvo, las telarañas.
“¿Qué sucedió durante mi ausencia?.  Recurrí a los dos tíos más cercanos y en pocas palabras me explicaron lo ocurrido.  En mi ausencia, mi padre contrató como empleada  doméstica a una indígena miskita, de las costas caribeñas  nicaragüenses, de quien se enamoró,  al instante. Mi madre los encontró en la cama matrimonial y obligó a mi padre a despedirla. Y mientras la empleada salía de la casa gritaba amenazas para destruirnos.  El idilio durá apenas dos semanas.
“Pero el problema no solo estaba en la casa y en la botica. Mi padre también negociaba con ganado: cerdos, vacas, caballos.  Todos los días el administrador de la finca reportaba la muerte de algunas reses;  los cerdos se resfriaban y luego morían. Las cabezas  de las vacas se enganchaban en las cercas, o se les quebraban las patas al bajar del  camión de la subasta;  los caballos se arrodillaban y  ya no se levantaban más.  Por primera vez  sentimos en carne propia un estado, una situación  incomprensible e inexplicable de ruina.  Nos sentíamos impotentes para hacerle frente a todo aquello.
“Muchos sacerdotes bendijeron la casa. Se rezaron decenas de rosarios, se hicieron jornadas de oración. Pero nada cambió.
“Fueron  12  años de mi vida  de dolor, amargura, soledad, miedo, impotencia. Mis padres  ya no trabajaban. Ahora atendían la botica por costumbre, pues casi no tenían nada qué ofrecer. Los clientes se corrieron.  Yo  alquilé, con mi esposo,  una casa distante 5 kilómetros. Con mi  madre se rompió la comunicación, pues  todo el tiempo lo pasaba en su cama  siempre con el vestido blanco de matrimonio y una muñeca con la que conversaba como si yo aun fuera su  bebé. Mi padre en cambio, tenía brevísimos  momentos de lucidez que aprovechábamos para recordar  cómo era antes nuestra vida familiar y de ahí sacar alguna explicaciones de lo que acontecía en el presente.  Pero esto nunca fue posible.
“Una  tarde se presentó a mi casa un señor  en un estado de salud deplorable. Tendría unos 70 años. Vestía pantalón negro,  camisa blanca a la usanza del campo y un gran sombrero negro de fieltro de  ala ancha.  Su altura sería de 1,70 metros. Su rostro, al igual que su cuerpo era de un color negro brillante. Sus ojos estaban hundidos en unas cuencas de las que colgaban unas bolsas negras y arrugadas. A  pesar de su negritud, sus ojeras le hacían parecerse a un oso panda. Con voz agitada y palabras entrecortadas me dijo: Señora,  necesito su perdón para poder morir en paz. Siempre me he dedicado a curar con hierbas. Hago también maleficios por encargo. Y hace 12 años una de mis sobrinas me contrató  para hacerle un trabajo a una familia que la  humillaba siempre, la esclavizaba y la despidió  sin pagarle  un cinco, según ella me contó. Yo hice el trabajo y me regresé a Nicaragua. Después de un tiempo visité en su botica  a mi amigo  de la infancia, de juegos de dominó y ajedrez  y  encontré el local casi en ruinas;  y don Antonio,  el boticario ya no era la misma persona alegre, conversadora, siempre abierto al saludo. Me pregunté entonces, si el encargo de mi sobrina era en contra de su familia. Busqué a mi sobrina para  saber más; y en efecto, había dañado la vida de  mi único y mejor amigo de infancia.  La busqué  a usted de primero,  porque  no podría darle la cara a don Antonio y su esposa.  No me fue fácil encontrarla porque en el pueblo nadie quiere hablar nada sobre su desgracia. Y durante el tiempo de la búsqueda  los  espíritus  que invoqué ahora me atormentaban con mucha agresividad  y me robaban la vida, de a poquitos.   Necesito el perdón de su familia, antes de destruir el maleficio. Tengo miedo por la reacción de tu padre cuando se entere que yo soy el responsable de su situación y la de su familia. Por eso deben llevar a los policías del pueblo para que no le permitan a don Antonio sacar la cutacha con la que es muy diestro matando cerdos. Sólo así podré desenterrar del cementerio la brujería que les hice. Es indispensable que todos, tu padre, tu madre y usted me acompañen, les guste o no, crean o no.   Si están de acuerdo, debemos   ir  el martes al cementerio  a la medianoche. Su madre debe llevar el vestido de novia pues mi sobrina  lo usó para que se terminara el matrimonio, la noche en que su papá cometió adulterio.
“Fijamos el día, a la hora indicada. Nos presentamos en el cementerio. El brujo extrajo un recipiente de una tumba que ya estaba abierta. Hizo sus invocaciones. Al instante, todos sentimos un aire fresco, una profunda emoción,  una gran paz y lloramos durante largo rato. Hasta mi papá de quien esperábamos una violenta reacción  miró al brujo y lo saludó con el afecto que siempre le guardó.
“Regresamos a casa. Por primera vez en varios años, mi madre dormía plácidamente. Al día siguiente se despertó y preguntó por qué la casa estaba tan sucia; fue a la botica y no se explicaba por qué estaba  en  ruinas. Limpiaron el local, reconstruyeron las partes dañadas.  
“Pero mi padre  adquirió conciencia del estado económico y  anímico en que se encontraba. No tenía con qué levantar el negocio y  entró en una depresión que lo llevó durante varios años al hospital. Entraba, se  mejoraba y sin la menor explicación recaía.   Mi madre asumió la situación con una actitud más firme, propositiva y retadora.  Y aunque  lo intentaron  todo para revertir la situación, ya el sello de la maldad había dejado su marca indeleble.
“Mi padre murió  6  años después de  la limpia por parte del brujo. Mi madre logró sobrevivir  5 años más. Pero sus muertes marcaron mi derrotero.  Debía luchar contra la maldad, con la cobertura del Espíritu Santo, desde una iglesia  de gran poder.  Me bauticé en la Iglesia cristiana y comprendí que debía abandonar Upala”.
Y por esas coincidencias del destino, 5 años antes de emigrar a Upala, la pastora M… ya me alertaba, sin saberlo,  ni ella ni yo, de lo que encontraría en el cantón 13 de Alajuela. Sólo que para entonces, no tenía ojos para ver, ni oídos para oir…

jueves, 19 de septiembre de 2013

EDUCACIÓN EN UPALA: PARA PEONES PIÑEROS O NIÑAS-MADRES

EDUCACIÓN EN UPALA: 
PARA EMPLEADOS DE PIÑERAS O NIÑAS MADRES SOLTERAS





Luis Montoya Salas
Comunicólogo

Un lunes de octubre,  a las 10 de la mañana; en el otro extremo de la geografía patria, en la otra frontera, un director-maestro de una escuela rural de Upala dejó solos en el aula a sus alumnos de IV grado  para que realicen un examen, mientras se va a jugar un partido de fútbol en la plaza del pueblo. ¡Con el permiso de sus superiores…!  (Esto aconteció hace 5 años. ¡Pero ocurrió! Y yo me enteré y lo denuncié por la prensa).
A esa misma hora, en el INCAE, prestigiosas personalidades, como Finn E. Kydland economista noruego y Nobel del  2004 discutían sobre “la necesidad de que Latinoamérica invierta mejor sus recursos y los enfoque a través del mejoramiento de programas de educación…”
En otra ocasión, el mismo director  dejó  solos a sus alumnos para que hicieran sus pruebas de finales de sexto año escolar  mientras  iba a  la cantina cercana a beber licor.
Así de simple y dramática es la realidad en esta escuela de la zona rural de Upala.  Hace apenas 2 años, un director de escuela en otra región upaleña era declarado non grato por la Junta de Educación y la comunidad.
Nada de mella hacen en  maestros como el de este hecho verídico,  la retórica ministerial con sus programas, proclamas, promesas y buenas intenciones. Ellos ya resolvieron su modus-vivendi, como maestros, gracias precisamente a la matrícula escolar.  
En la otra frontera, la de los olvidados que solo figuran en las estadísticas negativas y en las páginas de la prensa por violaciones, incestos, pobreza e ignorancia,  no se aplican las “directrices” del MEP.  
Conozco casos, personalmente, en los que un director - maestro de IV grado repite los mismos temas de examen de una convocatoria a otra. Y pregunto: ¿es tan pobre la estima y respeto que tiene para con sus educandos de 10 años en promedio, como para evaluarlos dos veces, en fechas diferentes con los mismos conocimientos? ¿Le permiten esto, sus superiores del MEP? ¿Será, acaso, que como la única opción de vida para los varones  sería la de peones de piñeras y para las niñas, la de madres (solteras), a los 12 años, para qué instruir a esa partida de ignorantes? Por otra parte, un maestro de III año repite la misma materia y los mismos exámenes en VI año.
Y mientras al MEP se le presentan recursos de apelación en subsidio por autoritarismo y arbitrariedad de un maestro, su ministro resuelve firmar la respuesta al recurso 5 meses después, alegando que “carece de interés actual”.  Esto es, por la forma, sin parar mientes en el fondo, que es lo medular de cualquier recurso. Y si se quiere apelar, “para eso están los tribunales de lo contencioso – administrativo”. Esto ocurrió hace 4 años, pero ocurrió.
Un caso más de especie, sin justificación aparente.  El 15 de setiembre recién pasado, los estudiantes de primaria y secundaria de Colonia Puntarenas de Upala, de Cuatro Bocas, de Canalete, del CINDEA de Upala desfilaron con sus bandas, abanderados, bastoneras y danzarinas. En el redondel de toros de Colonia Puntarenas y  en lo más abundante de los aguaceros upaleños,  los estudiantes demostraron sus habilidades, destrezas y aptitudes a los espectadores, se les aplaudió calurosamente y cada quien para su casa, con la ausencia inexplicable de las autoridades del MEP. ¿Sería que para las autoridades regionales del MEP este desfile no es un acto cívico?
En el vórtice del siglo XXI, cuando el paradigma económico de la globalización impone nuevas exigencias, nuevos compromisos, nuevas actitudes, nuevas herramientas a nuestras niñas y niños escolares, porque de eso dependerá su futuro, algunos centros escolares de las zonas rurales navegan en la indolencia (con una irresponsabilidad y descaro que encolerizan) condenando (sin derecho a la defensa) lo más sagrado y valioso del país, las niñas y niñas,  a la pobreza, la ignorancia y la frustración
¿Y los padres? La mayoría de ellos tienen miedo de las autoridades, sean directores, profesores o maestros a quienes creen superiores porque son “instruidos”, por oposición a su falta de estudios, asimilado con ignorancia e inferioridad.

viernes, 13 de septiembre de 2013

PERIODISTAS ANCESTRALES, JINETES TECNOLÓGICOS

PERIODISTAS ANCESTRALES Y  JINETES TECNOLÓGICOS
Luis Montoya Salas
Comunicólogo

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la prensa creció,  progresó y prosperó, al calor de los enfrentamientos ideológicos de los periodistas, empíricos entre los empíricos, con el Poder.
Para publicar  sus rudimentarias  hojas sueltas  (la mayoría escritas a  mano) al margen de la prensa oficial, se pagan, en esos años,  elevados impuestos; cuando no se  corren, nuestros ancestros, el riesgo de su decomiso. Y en los casos extremos, hasta de terminar con sus carnes y huesos en las mazmorras.
El derecho a la palabra impresa le pertenece sólo a quienes gozan del beneplácito de las monarquías. El caso más  mentado es el de Théophraste de Renaudot, doctor en medicina de la Universidad de Montpellier y protegido  de Marie de Médici.  Siendo “Comisario general para los pobres del Reino” también recibe el permiso de publicar La Gazzette (1631).  Así nace el primer semanario de la historia de la prensa, en el cual se publicará, también, el primer aviso publicitario, ancestro de la publicidad actual (Albert.P. Histoire de la presse. PUF. France p. 43)
En el otro extremo, en Gran Bretaña,  se acuña el concepto de la prensa como el cuarto poder (Burke, 1787) en medio de partos dolorosos por dar a luz las crónicas del Parlamento.
Sin embargo, cuando desde lo más profundo de sus neuronas, el ser humano busca el conocimiento, no han valido censuras, ni  cargas impositivas sobre los medios de prensa, ni amenazas en contra de los periodistas ancestrales.
Por el contrario. En el furor de la Revolución Francesa se proclama el primer e inalienable mandamiento sobre la libertad: la libre comunicación del pensamiento y las opiniones, constituye uno de los más preciados derechos del hombre, para cuyo ejercicio solo existe la responsabilidad por el abuso de esta libertad. Artículo XI de la Declaración de los Derechos del Hombre, 26 de agosto de 1789).
Nunca han faltado dictadores, ni emperadores como Napoléon Bonaparte quien, 15 años después de esta Declaración, hace saber al redactor del Journal des Débats, que, “concluida la Revolución, solo existe, en Francia, un partido y yo no permitiré, jamás, que mis periódicos digan o hagan nada en contra de mis intereses” (Albert P. ob. Cit. Pág 31) (¿No estaríamos ante un “déjá vu de presidentes vecinos y sudamericanos que acallan a los medios de difusión colectiva alegando derechos de estado?)
13 pasos hemos dado  ya en el siglo XXI. Los medios de difusión colectiva se saltaron, en apenas 60 años del siglo XX, todas las etapas imaginables de su evolución que había durado más de 600 años:  desde la prensa de Gutenberg (1440?); el uso de la tinta y el papel (1818); la estereotipia (1829); la impresión anverso y reverso (Koenig y Bauer (1816); la transmisión telegráfica (Gauss, 1833); la creación de las agencias de noticias (Havas, 1832); las transmisiones radiográficas (Marconi, 1895)  y televisuales (1927), el envío al espacio de los primeros satélites (octubre de 1957); la informática y la telemática (1970/80)  hasta la digitalización radiofónica y televisual para la transmisión de datos en banda ancha y a grandes velocidades gracias al descubrimiento de la fibra óptica y los circuitos integrados…
En retrospectiva se observa, hasta fines del siglo XIX, una lenta acumulación de invenciones tecnológicas cuya evolución está en estrecha relación con la implantación de los medios de difusión colectiva.
Y como si las tensiones de la II Guerra  Mundial fueran el mejor estimulante a la innovación tecnológica, a partir de los años 40 del siglo XX y como un aporte incuestionable del  Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) se produce la integración  de disciplinas como la biología, la teoría de la información, la cibernética y la teoría de sistemas, acompañadas de una transferencia de métodos que  van de la máquina al organismo (Feed-back); del organismo a la máquina (biónica, inteligencia artificial, robots industriales, neurobiología en los años 50). Y en la década de los 60, se suman al proceso la empresa, la economía, la sociedad y el ecosistema.
Se disparan aceleradamente y casi al unísono, las invenciones más originales que hoy usamos con asidua distracción.
 Independientemente de las herramientas utilizadas en cada época, los trovadores, cronistas; y  más recientemente los periodistas, han registrado el desmoronamiento de los imperios; la caída de los dictadores. Hemos visto al tiempo engullirse guerras y holocaustos. Los gobernantes ceden sus sillas a otros gobernantes; los políticos desfilan, con vida efímera, ante la percepción de los electores. Y ahí, siempre presentes, atentos para dejar huella del acontecimiento estarán los periodistas, con carné o sin carné profesional, inscritos, o no en el colegio profesional, hasta que muera en el ser humano, la necesidad que nos mantiene vivos: la búsqueda de la verdad (analogonluis@yahoo.es)

APUNTES SOBRE LA CRÓNICA PERIODÍSTICA


APUNTES SOBRE LA CRONICA PERIODISTICA

Prof. Dr. Luis Montoya Salas


            La crónica periodística es un género  con matices literarios.
Se sitúa en el periodismo de opinión, en la frontera entre el periodismo de opinión y la narración literaria. Se trata de un relato poético de lo real.
            Se nutre de los hechos de lo cotidiano.  Responde a los criterios de actualidad, oportunidad y difusión, aunque no sea diaria. Pues la actualidad no es un criterio absoluto y determinante de periodicidad.
            La crónica periodística reconstruye los hechos, tanto para la prensa (impresa) como para la radio.
            La crónica periodística  responde a los valores de actualidad, oportunidad y difusión (conocimiento). Su lenguaje es lírico (poética, literaria, para entretener.
            Su data de origen es 1910. 
            Hoy en día la crónica es una forma de expresión del periodista, escritor que transmite al lector su juicio (sobre los hechos, ideas,  principios y estados psicológicos, personales y colectivos).
            Para Luis Beltrán, en sus orígenes la crónica era histórica. Pero en su evolución devino en un hecho semántico dejando de lado su rigor temporal.
            Por lo pronto, en Costa Rica, la crónica compete a los medios impresos. En la radio es para ser leída.
            La crónica permite una interpretación subjetiva  de la realidad. La opinión contenida  usa su imaginación para explicar el fenómeno que está ocurriendo, con ironía, humor, astucia y un sentido explicativo del problema,  no sólo la noticia escueta.   La ficción le es permitida. Los hechos son un pretexto para sus propósitos.
            La crónica periodística ejerce una acción crítica sobre el hecho. La crónica se identifica por su simplicidad. La crónica transmite la reacción personal del periodista. La crónica es la literatura a ras del piso por su ligereza, su superficialidad, simplicidad, es efímera y coloquial. Da apariencia de superficialidad.
            La crónica nace, envejece y muere cada 24 horas. El cronista dispone de poco tiempo.
            Las crónicas son un respiro en medio de tantos hechos periodísticos sobrecargado.

CARACTERISTICAS DE LA OBRA
 CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
 DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ

La  obra es más periodística que literaria, porque :
1.              Se ocupa de un episodio cotidiano.
2.              El cronista usa un lenguaje expresivo, poético, pero claro y simple.
3.              La crónica permite una interpretación subjetiva de la realidad.
4.              La crónica explica y desarrolla el problema, no la noticia.
5.              Genera opinión,  que propicia la interpretación subjetiva de la realidad.
6.              Mantiene una relación significativa con los géneros literarios clásicos.
7.              Se le permite introducir rasgos de ficción, como recurso literario.
8.              Los hechos devienen en pretexto del texo.
9.              La crónica transmite la percepción personal del autor a partir de la identificación proyección de sus personajes.
10.           La crónica es más descriptiva que analítica.
11.           La crónica periodística compromete sus posiciones.


EJES TEMATICOS DE LA OBRA
CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

1.              La llegada de Bayardo San Román, para casarse con Angela Vicario.
2.              La devolución de Angela Vicario a casa de sus padres, porque no era virgen.
3.              La culpabilidad lanzada en contra de Santiago Nassar, como  responsable señalado por Angela Vicario, de su deshonra.
4.              El asesinato de Santiago Nassar, alrededor de quien gira no solo la obra, sino el juicio social, como si fuera el acusado.
5.              La muerte anunciada por todo el pueblo, pero que Santiago Nassar no lo supiera, para que verdaderamente se consumara, a manos de los hermanos Vicario. Lo que revela, de  por sí, una actitud ambigüa, cómplice y confusa de todo el pueblo.
6.              El conjunto de circunstancias y supuestos que intervienen como factores fatalistas, deterministas y de resignación para que Santiago Nassar nunca se entere de la trama que se teje alrededor de su muerte.
7.               Los vínculos familiares y de relación entre los personajes.
8.              Los que saben de la muerte, no pueden hacer nada para hacerle llegar el mensaje a Santiago Nassar. No son las personas indicadas.
9.               ¿Por qué el pueblo deseaba la muerte de Santiago Nassar ?
10.           ¿Por qué y de qué, Santiago Nassar fue el chivo expiatorio ?
11.           Armas potentes de Santiago Nassar, contra cuchillos desafilados de los hermanos Vicario.
12.           ¿Quién es el narrador ? Su nombre, Razón para contar el hecho.
13.           Paradoja de la muerte. Nadie puede detenerla, cuando llega y escogió a su víctima.
Descripción : en medio de un realismo mágico, cómo se expresa el grado de solidaridad y compromiso del pueblo con la actitud fatalista.
La crónica periodística es el género periodístico más libre y creativo, en el cual el periodista  expresa todo su potencial creativo.
COMPONENTES :
PERSONAJES : familiares, contextuales, para comprender la trama, aleatorios, para completar  la trama.

jueves, 12 de septiembre de 2013

¿QUIERE USTED CONOCER A JOSÉ MARÍA VILLALTA?

SI USTED QUIERE CONOCER A VILLALTA …

Luis Montoya Salas
Comunicólogo

Conocer va más allá del mirar.

“Sólo transmitimos residuos de nuestras experiencias”.
Vilem Flusser, sociólogo finlandés.

Miles  de costarricenses habremos visto  de manera esporádica su imagen fotográfica en la prensa y su tele imagen en los noticiarios. Pero nada más, porque conocer va más allá del mirar.
Es cierto que la exposición a los medios de difusión colectiva se traduce en una impresión aparente de conocer  a alguien.  Pero esa percepción es engañosa e incompleta; pues, como afirma Vilem Flusser,  sociólogo finlandés, “sólo transmitimos residuos de nuestras experiencias”.
Por otra parte, algunos teóricos de la comunicación política sostienen que la imagen de un líder se gesta mucho antes del arranque oficial de los procesos pre y electorales. Así,  en campaña,  solo se reorienta y especifica el objeto de su exposición a los medios informativos. Este hecho explicaría por qué Johnny Araya se encuentra en el primer lugar de las encuestas sin haber invertido un solo centavo en campaña, pues en su haber tiene 20 años de “campaña” como ex alcalde de San José.   
Pero no basta con llevar camino andado. Pues en asuntos electorales cualquier frase dicha al vuelo y de manera no- pertinente provoca impredecibles traspiés. Tal es el caso del Dr. Rodolfo Hernández cuando sugirió que podrían pagarle más de 6 millones de colones por mes, como candidato a la presidencia por el PUSC.
Y es que, en Occidente, el electorado   ha aprendido a percibir con más fineza las  trampas de la propaganda y la publicidad política. De ahí que se incline a favor de una estrategia de imagen y comunicación construida sobre criterios de verdad, calidad, precisión, sencillez, honestidad y conocimiento, más que por las características físicas, gestuales  y presencia dominante en los medios de difusión colectiva. El ejemplo más evidente de esta nueva tendencia del electorado  nos lo ofrece el presidente  de los EEUU, Barak  Obama, con su primera incursión en la política norteamericana.   
Así, el “espíritu de los tiempos” nos indica que la forma de hacer política tradicional terminó.
Hoy, el monstruo apocalíptico creado a partir de hipotecas “basura” por la avaricia de banqueros norteamericanos y transnacionales obliga a sustituir las frases estereotipadas de antaño por planteamientos rigurosos, propuestas creativas, mensajes comprometidos que alienten a los ciudadanos en su necesidad de salvaguardarse emocionalmente de la incertidumbre mundial. Y esto no necesariamente implica utilizar un lenguaje complejo. La imaginación es más poderosa que la realidad.  Por tanto: cuando enfrentamos  estados inéditos  de incertidumbre y desesperanza, nunca antes vividos, la única opción posible de estrategia electoral es dirigir recursos materiales, humanos, cognoscitivos y tecnológicos  para confortar a los electores suministrando antídotos  verbales cargados de  optimismo que nos  protejan del miedo paralizante muy propio (como defensa primitiva) de los tiempos convulsos e inciertos de este nuevo milenio.
Resulta entonces  obsoleta y onerosa, la tendencia narcisista de aquellos candidatos que optan por partir de CERO en sus campañas electorales, con un “Quizás usted no me conozca” o este otro: “Si quiere conocerme…” pues la velocidad con la cual avanza el tiempo cronológico hace obsoletas estas tácticas tradicionales.
Cada centavo invertido en propaganda vale su peso en oro, como para desperdiciarlo en  frases vagas que  poco  le aportan a  un  pueblo sediento de  respuestas firmes y contundentes,  en labios  de quienes postulan su nombre al más alto cargo del país: la Presidencia de la República.
Eso sí: el mejor indicador para medir la capacidad de gestión de un candidato presidencial es su propia campaña electoral. Digamos que ésta se convierte en un espejo en el cual, al igual que el cuento de la Bella Durmiente del Bosque, nos dirá quién es el candidato idóneo para llegar a la Silla Presidencial.

domingo, 1 de septiembre de 2013

DEL PERIODISMO SE SALE COMO DE UN PROSTÍBULO

SENSACIONES SOBRE EL SENSACIONALISMO PERIODÍSTICO

Luis Montoya Salas
Comunicólogo
            “Del periodismo se sale como de un prostíbulo”. “Todas esas publicaciones alimentan la  ignorancia de quienes hablan sin conocer”. “¿Qué es un periódico? Una obra efímera y sin mérito ni utilidad, cuya lectura sólo sirve para darle a las mujeres y a los tontos, vanidad sin instrucción” (P. Albert Histoire de la presse. P.15)
            Estas sentencias  de Baudelaire, Diderot y Voltaire acuñadas en la Francia del siglo XVIII también apuntan hacia la prensa “light”, sensacionalista del siglo XXI.
El periodismo sería  tan antiguo como el  ágora griega, las actas publica y diurna, romanas;  o tan sui generis,  como  las crónicas cantadas por  los trovadores de la Edad Media, ancestros en línea directa del “periodismo” espectacular y del corazón. Estos serían también, algo así como los primeros corresponsales de guerra,  pues viajan de pueblo en pueblo “socializando” las hazañas guerreras de los nobles cruzados empeñados en convertir al cristianismo a los “infieles” del Oriente Próximo. ¡A espada y fuego!  Así, satisfaciendo  la insaciable y primitiva curiosidad de la plebe, los “pseudo periodistas” de entonces convierten en   ídolos, a sus amos. 
En Occidente, el periódico aparece con el siglo XV, al tiempo que emergía  el Renacimiento;  la Reforma protestante amenaza los cimientos del poder eclesiástico, gracias a la divulgación masiva de la Biblia, impresa en la imprenta de Gutenberg; bullían los descubrimientos científicos; los viajes exploratorios a nuevos continentes enfrentaban a  naciones enteras; se construían los nuevos estados modernos, acompañados del progreso en los intercambios bancarios y comerciales.
En esta vorágine de acontecimientos  se publican  periódicos de contenido económico,  político, satírico-humorístico . Y  resulta  curioso, el  nacimiento de la prensa llamada popular. Como un artilugio para evadir el impuesto que el Estado cobra  a los periódicos de carácter político, se publican  los  “ecos” y chismes de vedetes y figuras públicas, con el estilo de  crónica. Se incluyen segmentos por entregas periódicas  de novelas famosas e historias -rosa (antecedentes de las telenovelas) que obtienen, de inmediato, la aceptación del público.
Empieza entonces, a dibujarse, una fuerte diferencia entre la prensa especializada de calidad en formato  revista  principalmente, dirigida a un público selecto, más educado, con mayor poder adquisitivo  y decisor y una  prensa popular más rentable; y por tanto, más emocional, doméstica, simplista,  llamativa  y barata, gracias al financiamiento de la publicidad.
El periodismo popular (por oposición al periodismo especializado y científico) constituye un fenómeno universal. Aunque evolucionó, de acuerdo con las estructuras económicas, las organizaciones sociales, el nivel educativo y cultural y los preceptos morales y religiosos, tanto como los conceptos de  libertad de expresión en cada nación, hasta determinar  los contenidos, funciones y orientación de sus correspondientes medios de difusión colectiva.
La primitiva tendencia de privilegiar lo emocional a lo racional  cartesiano, acompañada de la insaciable necesidad del ser humano por saber,  han cumplido un papel de primer orden en el auge de la rama periodística-empresarial del entretenimiento.
Pero tal fenómeno no surtiría efecto sin un lenguaje (impreso, radiofónico y televisual) sencillo, directo, claro, breve, conciso, provocador, atractivo, original y atrevido, de cara a las rígidas convenciones que sujetan nuestra cotidianidad.
En Costa Rica, el periodismo de evasión,  popular y sensacionalista  consolidó su notable éxito económico  a lo largo de las últimas tres décadas del siglo XX. En este sentido, sólo siguió los patrones consumistas de los  países occidentales, en correspondencia con el complejo aumento de las exigencias cotidianas de una sociedad cada vez más competitiva. 
               Hoy resulta  imposible oponerse a su existencia; menos aún, negar su necesidad social, como sostienen diferentes investigadores liderados por el francés Jean Stöetzel.
              No obstante,  hay quienes  se preguntan, si tal y como ocurre en los demás colegios profesionales con la fiscalización del ejercicio profesional de  sus  miembros, el Colegio de Periodistas juega algún rol en el control de calidad del desempeño ético profesional aplicado a  las noticias en general y al sensacionalismo periodístico, en particular.
              En asunto de tal magnitud, hace 15 años  la Sala IV declaró inconstitucional, mediante el fallo 2313-95,  la obligatoriedad de colegiarse para “ejercer el derecho de buscar, recibir y difundir información” (artículo 13 del Pacto de San José).
              Pero la ley sí obliga al Colegio de Periodistas a repensar el aporte del periodismo profesional (naturaleza, características, contenidos y estructura) con su conjunto de herramientas técnicas y conceptuales para facilitar a los ciudadanos la detección, por ejemplo, de  las estrategias persuasivas y disuasivas del sensacionalismo, dirigidas (creo yo), a ocuparnos en preocuparnos por  sentir, vivir y sufrir las vidas amplificadas de “otros”; al tiempo que nos  desvía de las pistas elementales para comprender parte esencial de  nuestra propia, personal e íntima verdad, según creo yo: “Trabajando y viviendo honestamente para ganarnos el pan nuestro de cada día en el anonimato cotidiano, hacemos, como personas individuales, el mayor aporte en la construcción del simbólico y eterno monumento que es la raza humana”. (analogonluis@yahoo.es).