La Presidencia de la República bien vale un sacrificio temporal
RODRIGO ARIAS SE RETIRA, PERO NO RENUNCIA (II ENTREGA)
Luis Montoya Salas
Comunicólogo
Doctor en ciencias de la expresión y la comunicación Universidad de París XIII, Francia.
Rodrigo Arias prefirió evitar un fracaso estrepitoso en la convención del PLN de abril próximo, a la espera de una oportunidad más propicia. No se trata de un “suicidio político”, ni el fin de la “dinastía arista”. Tampoco, de dejar una mancha negra indeleble, en su trayectoria de éxito.
El puente entre la figura y la imagen es el verbo.
El puente entre la figura y la imagen es el verbo. Lo que dice, su manera de transmitirlo (timbre de voz, cadencia, seguridad, velocidad, fuerza,etc.) El VERBO tiene un poder ignorado, o subestimado para construir nuestra imagen. Un líder político está obligado a cuidar con esmero esa cualidad única del ser humano.
Obama se fue de pique y perdió el debate.
La personalidad, por su parte, es el rostro, el porte, los gestos corporales reforzados por el verbo. La personalidad es sinónimo de autoridad y debe ser percibida como ecuánime, justa, equilibrada, benevolente, accesible, creíble, segura, auténtica, cortés, atenta. Cualquier diferencia o modificación en su curva de expresión a lo largo de un debate, conferencia de prensa o spot TV anula todo el trabajo previo realizado para proyectar la imagen perfecta. Esto requiere un control mental extraordinario para no dejarse vencer por recuerdos emocionales fuertes, sean favorables al acto, o negativos. Este “bajonazo” le sucedió al presidente Barak Obama en su primer debate con Mitt Romney, cuando al mencionar la celebración del cumpleaños de su esposa, Romny le refutó diciendo “Si, pero tendrás que celebrarlo conmigo”. A partir de este momento, Obama se fue de pique y perdió el debate.
Este perfil puede ser re-construido artificialmente mediante un proceso intenso y de trabajo disciplinado en el que el pre-candidato renuncia a su ego y se deja llevar por su equipo estratégico. Desde luego que, entre más cualidades haya interiorizado en su proceso de socialización anterior, desde la niñez, más fácil le resultará a los estrategas modelar el perfil idóneo.
Antes de exponerlo a los electores, se lo adiestra en lenguaje corporal.
El resto es más de procedimiento: se diseña un guión temático que apunte a lograr la identificación con el electorado y no a partir del ego del personaje político, como aconteció con Rodrigo Arias. Y antes de exponerlo a la percepción de los electores, se lo adiestra en lenguaje corporal. Se suaviza su rostro mediante ejercicios y masajes, se repiten una y otra vez las tomas hasta lograr un comportamiento reflejo de expresión espontánea en sus relaciones con los otros actores con los cuales interactúa (campesinos, obreros, enfermos, estudiantes, etc.). Si no es orador empático y simpático, se identifican primero los planos de situación en los que el personaje se siente mejor y se adapta el plano de expresión (lo que debe decir) y se le filma. En este caso es preferible que su voz se escucha en off, para no asociarlo directamente con el rostro. O, en el caso extremo, se busca un locutor con una voz agradable que inspire confianza y credibilidad.
Los problemas de la comunicación están en nosotros, primero que en los otros.
En fin, los estrategas de imagen deben partir de la premisa que el personaje ya es debidamente conocido por los perceptores y que no empieza de la nada. Así se aprovecha más y mejor el tiempo de TV que es tan oneroso y volátil, para introducir el perfil humano, interior del candidato en el imaginario colectivo, con características como la nobleza, la suavidad, la simpatía.
Este proceso es responsabilidad de los estrategas. Sin embargo, tal y como postula la comunicación interpersonal, los problemas de la comunicación están en nosotros, primero que en los otros. Y este aforismo es tanto más válido para los líderes políticos. Sobre quienes ejercen funciones de responsabilidad pública recae la mayor responsabilidad por el resultado exitoso del intercambio comunicacional. En este propósito, el componente emocional juega un papel de gran valor persuasivo.
La prensa es más eficaz que la publicidad
Un pre-candidato al más alto puesto de un país se prepara con al menos 2 años de anticipación. Es un tiempo suficiente para elaborar una estrategia temática amarrada a una agenda de acontecimientos cotidianos sobre los cuales el candidato se pronuncia, oportunamente, recurriendo a conferencias de prensa y a entrevistas, boletines y comunicados de prensa. Existen días y momentos en los cuales las salas de redacción no cuentan con material periodístico de actualidad noticiosa y es cuando, para rellenar espacio, publican el material proveniente de las oficinas de prensa del candidato. En estricta aplicación estratégica, los hechos se construyen y se proponen a los periodistas responsables de cubrir la fuente política. La agenda temática preparada con anticipación permite elaborar la respuesta del candidato ante un acontecimiento determinado: visita a un cementerio para el Día de las Madres, por ejemplo.
Las noticias son asumidas como verdades absolutas, hasta que no se demuestre lo contrario.
Mis estudios realizados en análisis de medios y mensajes durante más de 20 años me permitieron establecer la siguiente premisa:
“En todo proceso electoral, la información periodística supera, como recurso de credibilidad, a la publicidad. La primera reúne características y cualidades intrínsecas como la dependencia y necesidad que todos los integrantes de una sociedad, sin distingo de país, género, clase social, profesión u oficio y credo religioso sienten y viven en diferentes grados, de conocer la realidad-verdad; qué y cuánto acontece en el país y en el resto del mundo. Este hecho le otorga a los periodistas profesionales un privilegio en la orientación, concepción, comprensión, conocimiento, percepción y vigilancia respecto de quienes administran la cosa pública. De ello resultan una responsabilidad, una rigurosidad, una capacidad y honestidad profesionales superiores a las de otras disciplinas” (Montoya Luis: Prensa y Parlamento. . Asamblea Legislativa. Agosto 2000. Pág. 3)
Los destinatarios han desarrollado el hábito, la costumbre de ver noticias en la televisión, escucharlas en la radio y leerlas en la prensa.
Por otra parte, las noticias son asumidas como verdades absolutas, hasta que no se demuestre lo contrario. Esto es así, por el marco institucional que caracteriza a los medios informativos nacionales. Su existencia y prestigio determinan su credibilidad. Su consumo no implica una resistencia de parte de los destinatarios. Por el contrario, los ciudadanos recurren a los medios informativos, prensa, radio y telenoticiarios, dándole a la televisión prioridad en su escogencia y credibilidad tal, y como lo demuestran las encuestas de opinión. Por lo demás, ya los destinatarios han desarrollado el hábito, la costumbre de ver noticias en la televisión, escucharlas en la radio y leerlas en la prensa.
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