viernes, 17 de abril de 2020

¿HEMOS ACASO PERDIDO EL SENTIDO DEL AMOR, DEL DOLOR, DE LA COMPASIÓN? ¿HEMOS PERDIDO LA HUMANIDAD?



Soy testigo privilegiado de la evolución de mi pequeño país; desde la pobreza generalizada de inicios de siglo, donde sólo existían los burgueses, terratenientes herederos de los vestigios de gobernanza española y los pobres entre los más pobres, hasta la Costa Rica disparatada, egoísta, individualista, oportunista, gobernada por la corruptela, el narcotráfico, la ambición de poder que se multiplica pasando por encima de los más frágiles, en todo el espectro del concepto.  Siempre, hasta hoy, creo, fui uno de estos últimos, aunque tuviera la dicha de estudiar y alcanzar los títulos académicos más altos en el campo de la Comunicación. En mis entrañas siempre sentí caridad por los necesitados, resabios de mis años de educación religiosa entre monjas. Las bienaventuranzas.
He  conocido la teoría de la pobreza y la pobreza en mi cuerpo entero abosrbida por todos mis sentidos;Fui hijo de peones estacionarios. Algo así como beduinos, o mejor, gittanos sin hogar que viajaban de aquí hasta allá, donde hubiera cafetales, cañales, naranjales. En una de esas travesías nací yo.
Hoy, el mundo se ha convertido en un inmenso túnel tan oscuro y extenso, como las noches de guerras interminables que marcaron la civilización humana, desde los tiempos primigenios.
Antaño fueron los filósofos, los artistas, los sabios, los chamanes y brujos quienes asumían la responsabilidad de echarse en sus hombros toda la angustia y dolor de la humanidad de entonces.
Hoy, son sátrapas, engañosos, los líderes políticos, las sectas oscuras, la maldad diseminada en todos los continentes ensuciando la blancura de tantísimos millones de seres humanos que sienten en el fondo de su alma el bien, la bondad, el amor, la compasión, la tolerencia. Y se preguntan, con un puñal en el pecho ¿por qué, cómo la naturaleza humana, cuándo y para qué  hizo de su rol en esta Tierra, su objeto de destrucción. Su endiosamiento, como el de Trump es tan extraordinariamente narcisista que se mira a sí mismo y dice: ¡Soy el ser humano más poderoso sobre la Tierra! Y ahora tiene otro contendiente que se miera en el espejo de su opulencia, el Premier de China y le dice al mundo, no no le crean a Trump. A partir de ahora yo todavía más poderoso de lo que nadie pudo imaginar. Y todo, por un insignificante virus, anunciado en su poder contagioso por Taiwan, pero acallado por la OMS, por designio del Premier chino.
Este es nuestro mundo. Y aquí, en la soledad de cada uno de nuestros hogares, calculando, con los dedos, con la calculadora del celular cuánto ganaría si le apuesto 300 colones al 19. Con reventado, porquello del COVID-19.
Y sin embargo, me considero privilegiado por haber vivido el tránsito de tantas etapas de este país y del Mundo,  cada una de ellas más compleja, dura y difícil y de más extraña confusión.
Esta interpretación de Barbra Streisand en un grito de dolor y un llamado a la compasión.


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