Elecciones 2018
¿POR QUÉ LAS ENCUESTAS ARROJAN DATOS TAN DIFERENTES?
Las encuestas de CID-GALLUP, DEMOSCOPÍA Y OPOL, “se corrieron” (se
aplicaron ) en los mismos días del 9 al 18 de enero de 2018. Las preguntas
fueron las mismas; y las muestras debieron
ser estadísticamente similares. Entonces: cetibus paribus, como se dice en
latín: Si las condiciones son iguales, los resultados deben ser idénticos. ¿Por
qué no sucedió así?
Toda encuesta de opinión, rigurosamente científica, parte de
un cuestionario. Es decir, un interrogatorio. Ese cuestionario tiene un
propósito, definido como objetivo. “Administrarlo” a una población previamente
establecida, para conocer sus gustos y opiniones, no más que eso. Opiniones,
nunca un conocimiento certero.
Para imprimirle un sello de cientificidad en la escogencia
de la muestra aplica procedimientos matemáticos y estadísticos. Y ante la
incapacidad de la mayoría de los periodistas para descifrar el proceso
implícito de “caja negra” llegan al extremo de la simplificación hasta asumir
los datos como “verdades absolutas”.
Ahora bien, como afirma Alain Touraine, conocido sociólogo
francés, ”el interrogatorio (cuestionario) lo aplica una persona totalmente
ajena al entorno de su entrevistado al cual extrae de su propia realidad para
preguntarle sobre hechos que no forman parte de su preocupación cotidiana”
(Javeau, C. La encuesta por cuestionario. Ediciones de la Universidad de
Bruselas, Bélgica. 2001. P. 7)
Claude Javeau, sociólogo belga (ob. Cit.) sitúa la encuesta
sociológica en el rango de simple instrumento entre otros y recomienda, tanto a
sus administradores como a los destinatarios no caer en la trampa de creer que
los resultados obtenidos son verdades inmanentes, no obstante la representación
probada estadísticamente de la muestra consultada. (ob.cit).
Y a propósito de las acusaciones de nazi-fascistas hechas
por Fabricio Alvarado contra quienes osen criticarlo, el eminente escritor
Raymond Borde califica el recurso de las encuestas de “fascista” pues “se
alimenta de la violación de la conciencia, lanzando preguntas al estilo del nefasto interrogatorio
policial. En ese acto no acusan al entrevistado de nada, pero lo fichan en una
muestra para futuros interrogatorios”. (ob.cit). Jean Duvignaud, por su parte
escribe: “las encuestas se realizan al margen del marco preciso de la
morfología social, con total desconocimiento de la vivencia colectiva de la
población encuestada. Porque no es lo mismo aplicar sobre cosas, que sobre
personas, los modelos estadísticos, el
cálculo de probabilidades, el determinismo abstracto de las matemáticas tanto
como la correlación de variables en el momento de la interpretación de los
datos.
¿Para qué la encuesta
de opinión en los procesos electorales?
Las encuestas tienen como meta buscar información específica
referida a un grupo social determinado. Los datos obtenidos son cuantitativos.
Comprenden datos fácticos como edad, educación, ingresos. También, opiniones y actitudes que son datos subjetivos, sin conocimiento
previo sobre lo que se interroga. No son por tanto, verdades absolutas.
El instrumento vital
de la encuesta: el cuestionario.
El cuestionario no es
una lista de preguntas. Transcribo: “La respuesta ideal es aquella que, no
obstante su subjetividad exprese, de la manera más exacta posible, la más útil
y válida, el fenómeno que se busca conocer”. Javeau, Cl. Pág. 14 ob.cit).
Y aquí surge un detalle sujeto a sesgo, por parte del
encuestador. ¿Se lo da al interrogado para que él lo llene, o lo llena el
encuestador?. He aquí, una pregunta medular que determinará el resultado de las
encuestas. Si el entrevistador llena el cuestionario, como es costumbre,
existen grandes posibilidades que manipule sus datos. A menos que demuestre lo
contrario y que sea posible probarlo.
El universo muestral.
Como apunta Raymond Boudon, el problema de fondo depende del
propósito ulterior de la encuesta. En el caso de Costa Rica, el asunto está muy
claro: los resultados se difundirán por las empresas periodísticas y
orientarán, por no decir determinarán la intención del voto. Así quien aparezca
con algún porcentaje en la encuesta existe. Los otros son fantasmas. Ahí están,
pero nadie los ve.
Para determinar su universo muestral, las empresas se basan
en algún documento estadístico anterior como el Padrón electoral, o las
encuestas de hogares. Y aplican un procedimiento matemático de escogencia al
azar. A esta metódica se le conoce como selección atómica, para diferenciarla
de los sondajes contextuales. En la primera, la población es, en el caso de
Costa Rica, de 1400 casos. 600 cuando es telefónica. Y 2,600, como en el caso
reciente de OPOL. Una aclaración obligada: no porque aumente la
población encuestada, aumenta la certeza de los resultados. Afirmar esto
significaría descalificar a posteriori, todas las encuestas que se han
realizado en Costa Rica, en los últimos 20 años. Aquí, sin embargo, surge una
interrogante: ¿cuál es el porcentaje más representativo de la población votante
costarricense? 600 de Demoscopía, 1400 de las otras encuestadoras, o 2600 de
Opol?
La teoría de las muestras se fundamenta sobre todo en la
teoría matemática de las probabilidades y en la Ley de los grandes números. El
instrumento más indicado es la Tabla de números aleatorios. Varios requisitos:
a) escoger de una población determinada, una fracción en la cual la frecuencia
de caracteres ya conocidos corresponda
en frecuencia con los caracteres de la población total. Russel Langley: “En las
muestras escogidas al azar entre más grande la muestra, mayor será la precisión
de sus datos” (Ob. Cit. P.28). Si lo que vale es la precisión de los resultados
¿cómo cumplen las casas encuestadoras este principio? ¿Quién las supervisa? Así, “la confianza está en función del tamaño
de la muestra y no de la proporción que represente de su población” (Ob. Cit.
P. 29). Aquí, cada unidad de la población del país debería tener una
oportunidad igual de figurar en una muestra.
De paso valdría preguntar qué clase de preparación le dan a
los encuestadores para que lleven adelante su tarea sin inmiscuir en ella su
ideología.
¿Cuál encuesta es más
precisa estadísticamente de las aplicadas recientemente?
CID-GALLUP, Demoscopía y OPOL aplicaron (“corrieron”)
encuestas entre el 9 y el 18 de enero recién pasado. La muestra de CID- GALLUP
fue de (apenas) 600 casos y por el medio telefónico. En esta tarea invirtió 5
días. Por tratarse de llamadas telefónicas cada una duró un promedio de 6 minutos,
demasiado tiempo. Para preguntas SI – NO
en un número no mayor de 12 preguntas.
¿A qué teléfonos llamaron? ¿A los de Movistar, Claro o
Kolbi? ¿Se sabe acaso, quiénes son los
legítimos propietarios de esos números, siendo que actualmente las personas
cambian a menudo de número? En términos
de rigurosidad, esta encuesta es
inferior a la de Demoscopia y OPOL. Por lo demás, CID – GALLUP traslapó 3 días
de encuesta con Demoscopía. ¿Pudieron haber encuestado a uno o varios casos en
el mismo período? La Ley de probabilidades indica que es probable….
Por lo demás, sus resultados son los más dispares respecto
de las otras casas encuestadoras, salvo en los casos de Rodolfo Hernández y
Carlos Alvarado.
0POL utilizó la muestra más grande: 2600 casos y el menor
número de días: 3 días. Debieron entonces, realizar 866.6 encuestas por día de
8 horas, a razón de 108 entrevistas por hora. ¡Difícil de creer! . OPOL también traslapó 2
días con DEMOSCOPIA. Por tratarse de trabajo de campo, aumentan las
probabilidades de encuestar a las mismas personas.
Y DEMOSCOOPIA escogió una muestra estándar de 1400 casos a
los que entrevistó durante 5 días. A razón de 280 casos por día y 56 por hora.
Cifras más razonables con la posibilidad de aplicar un cuestionario más
extenso.
Inferencias finales:
Las diferencias de datos entre las tres empresas
encuestadoras son significativas, dependiendo del candidato y de la empresa
encuestadora. Por el contrario, las diferencias son menores entre DEMOSCOPÍA y
OPOL. Es muy probable que así sea por la amplitud de la muestra y porque la
encuesta se realizó en las viviendas de las personas.
Un detalle que debe considerarse es que las tres casas
encuestadoras aplicaron en los mismos días sus encuestas. Esto podría introducir
un sesgo tanto en la muestra como en el instrumento y en la probabilidad de
respuestas traslapadas entre los casos de las muestras de cada empresa.
Las motivaciones, los intereses en juego, la ideología y
actitud del que formula el cuestionario y de quien lo aplica, harían la diferencia en los resultados, pues todos
estos factores guían la estructura (el orden, la semántica, las preguntas de
“control”) del cuestionario, materia prima de la encuesta y que se expresará en
resultados, según quién entrevista, el momento en que la realiza (no es lo
mismo interrogar a una persona a las 8 de la mañana que al medio día mientras
almuerza, o a las 5 de la tarde cuando regresa cansado del trabajo).
Los procesos
electorales constituyen el terreno privilegiado de las casas encuestadoras para
darse a conocer. Utilizan a las empresas periodísticas como canal. Y el acierto
respecto de los candidatos define su prestigio.
Pero sobre cualquier interés económico, empresarial,
ideológico, las empresas encuestadoras saben que su participación anima,
“calienta” el proceso electoral y adquieren, por tanto un valor protagónico,
principalmente en los últimos 5 procesos electorales
Finalmente. Es muy delicado otorgarle a los resultados de
las encuestas el principio de verdad a tal punto de incidir sobre la intención
del voto.
En este sentido, el Tribunal Supremo de Elecciones debería
hacer valer su campaña de “VOTO INFORMADO”.
El cuadro adjunto revela datos con marcadas diferencias, si
se considera que las encuestas se aplicaron en un mismo período y se formularon
las mismas preguntas.
En el caso de J.D.C. la
diferencia entre CID-GALLUP y OPOL es de 5 puntos
porcentuales. Entre Demoscoía y CID-GALLUP, la diferencia es de 4,1 puntos porcentuales. . Y entre Demoscopía y OPOL es de 0,9 puntos
porcentuales.
Las diferencias de puntos porcentuales en el caso de Alvarez
Desanti se plantea así: 11,2 entre
CID-GALLUP y Demoscopía; entre
Demoscopía y OPOL es de 4,4 puntos porcentuales que aumenta a 6,8 cuando se
comparan OPOL y CID-GALLUP.
En el caso de Rodolfo Pza, la diferencia entre CID-GALLUP y
Demoscoía es es de 2,5 puntos porcentuales. Y entre Demoscopía y OPOL es de 6,5
puntos porcentuales. Y entre OPOL y CID-GALLUP es de 4 puntos porcentuales.
Fabricio Alvarado obtiene una diferencia en puntos
porcentajes, entre CID y Demoscopía de 6,1 puntos porcentajes. La diferencia
aumenta entre Demoscopía y OPOL en 6, puntos porcentuales. Y entre CID-GALLUP y
OPOL, la diferencia es de 0,7 puntos
porcentuales.
En en el caso de
Rodolfo Hernández y Carlos Alvarado, las diferencias no son significativas.
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