POR QUÉ YO NO CREO EN CID-GALLUP?
Fui testigo de excepción del fraude más "transparente " de nuestra historia electoral en las mismas barbas del pais entero.
El día de las elecciones de febrero de 1998, mis estudiantes del curso Análisis de mensajes que yo dictaba en la Universidad Federada nos encontrábamos en el estudio de Canal 2, en el espacio del telenoticiario dirigido, entonces, por la periodista Adriana Núñez.
La tarea consistía en darle seguimiento (monitorear) la presencia de los candidatos en los diferentes medios informativos: radio y televisión y transmitir en directo los resultados del proceso electoral
En un momento de la transmisión llegó al estudio Miguel Ángel Rodríguez, candidato presidencia por la Unidad Social Cristiana. Iba acompañado de Constantino Urcuyo a quien noté asustado más que preocupado por el rumbo que estaba tomando el día electoral, en contra de su candidato.
Ambos dejaron el Canal 2 con su pequeña comitiva.
Al cumplimiento de este ritual siguió una larga ausencia de Miguel Ángel Rodríguez de las radioemisoras y televisoras.
No puedo precisar la hora exacta. Sin embargo sí recuerdo que faltaban escasas horas y un pico de tiempo para el cierre de las urnas. También tengo fresca en mi memoria la imagen y la voz de Guillermmo Fernández, Director de Telenoticias anunciando en un avance nada usual la noticia: "De acuerdo con una encuesta de CID-GALLUP: Miguel Ángel Rodríguez supera a José Miguel Corrales por 25 puntos". No recuerdo más que eso. Aunque no olvido el ambiente triunfalista que rodeaba a José Miguel Corrales.
Yo quedé en vilo, sorprendido, preguntándome, y a mis alumnos qué era aquello.
A partir de ese instante, José Miguel Corrales desapareció del escenario electoral, hasta el cierre de las urnas.
La estrategia de romper el proceso electoral con el anuncio de un resultado falso por lo demás estaba bien orquestada. Poco importaba la sanción en contra del periodista Fernández, de TN7 y de CID-GALLUP. Todos sabían que no sucedería nada, como así fue. También se hizo a una hora conveniente, para provocar el caos en las filas liberacionistas y detener el depósito de los votos liberacionistas.
José Miguel Corrales y su comando no reaccionaron. No denunciaron, no hicieron nada. NADA. En las afueras del Canal 2 se percibía la incertidumbre. Nunca había acontecido un hecho tan autoritario e irresponsable, en lo que siempre fue "la pureza del sufragio". Todos quedamos en neutro. Y me imagino, que José Miguel quedó en vilo, petrificado.
Al cierre de las urnas no siguió mucho tiempo, quizás una hora, a lo sumo dos para que Corrales aceptara el triunfo de Miguel Ángel Rodríguez.
Nadie, absolutamente nadie levantó la voz. Al día siguiente, ningún medio informativo ni periodista alguno reaccionó. Quizás solo yo. Redacté la experiencia que incluía la denuncia, pero ningún medio quiso publicarla. Solo un periódico pequeño de Cartago cuyo director era mi alumno.
Esta es la historia del proceso electoral de 1998 que hizo presidente a Miguel Ángel Rodriguez mediante un fraude tan evidente que me me provocó un enojo y que hoy me hace pensar si el TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES es tan prístino, transparente y garante de la "pureza del voto". ¿Cómo calificar y explicar este golpe bajo a la democracia?
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