miércoles, 13 de noviembre de 2013

VERDADES SOBRE LA PRENSA Y LAS REDES SOCIALES

VERDADES SOBRE LA PRENSA Y LAS REDES SOCIALES

Luis Montoya Salas
Comunicólogo


 
  1. INTRODUCCIÓN NECESARIA :

En la historia de la humanidad, primero fueron las redes sociales. Después surgieron  los medios de comunicación,  para organizar, orientar, uniformar y condicionar a los grupos sociales.
El fenómeno gradual de organización  social  relacionado estrechamente con la agricultura, la metalurgia  y la aparición de la escritura hace más de 5.000 años se le conoce como civilización.  En palabras de André Le-Roi Gourham (Le geste et la parole (p. 241) , «  la civilización es la intervención de la ciudad en el funcionamiento del organismo étnico.
A propósito de las primeras expresiones de las redes sociales, Le-Roi Gourham escribe : «Las consecuencias de la sedentarización agrícola (…) corresponden con  la formacíón de un grupo humano compuesto por decenas de personas reunidas alrededor de las reservas de alimentos protegidas del medio natural y de los intrusos por un aparato defensivo. Estas consecuencias inmediatas originarían la transformación completa que sufrirán las sociedades humanas. (…) Los rasgos más sobresalientes de esta transformación son : la capitalización, el sometimiento social, la hegemonía militar, entre otros. »
Al igual que hoy, los paseos familiares y con amistades, las invitaciones a las casas, las grandes fiestas de cumpleaños y matrimonio, entre otras, gravitan alrededor del alimento.
Por lo demás, la comunicación incipiente  en el origen de la simbiosis entre nuevos agricultores,  sedentarios por necesidad y los pastores criadores de ganado, nómadas por principio  les permitirá el trueque de alimentos  dando origen, en un tiempo relativamente corto  al aumento de la población y al paso de la villa a la ciudad.
Cito nuevamente a Le-Roi Gourham : « Las  nuevas relaciones sociales surgidas entre el almacenaje alimentario y los seres  humanos determinarán el surgimiento de una sociedad estratificada, que es el origen del progreso » (pág. 238). Y cuando se habla de estratificación se hace referencia directa al establecimiento de jerarquías : en la cúpula, el poder militar y religioso ; los artesanos manipuladores de la metalurgia, los siervos que cultiva la tierra, los sabios y sacerdotes que administran la producción y la soldadezca que protege a la ciudad de otros habitantes de otras ciudades ».
    
En su largo proceso evolutivo, nuestros antepasados  intuyeron la necesidad de unir fuerzas como un principio elemental de sobrevivencia. Primero intercambiaron signos no verbales alrededor del fuego ;  luego, como  sostiene André Le-Roi Gourhan (Le geste et la parole pp. 298-300 mientras creaban las técnicas para producir  herramientas (primitivas) desarrollaban un lenguaje (transmisión oral)  para nombrarlas. Miles de años después,  transmitirían este conocimiento empírico, mediante la escritura, estrechamente relacionada con el surgimiento de la agricultura y la división del trabajo.
Y es precisamente a partir de esta invención elemental de la división del trabajo, surgida de las habilidades, destrezas, actitudes y aptitudes del liderazgo natural, cuando los medios de comunicación ejercerán su doble función coercitiva y de cohesión social. Como recurso coercitivo, sanciona públicamente (desprestigia, arruina la honra) a quienes  infringen las normas, amenazando la seguridad de la  ideología dominante.
En los orígenes de la prensa, el derecho de expresión era potestad exclusiva de la Iglesia católica, compartida con  reyes y emperadores. Quien quisiera publicar una hoja (libelo) debía pagar un cannon (permiso), el Imprimatum, so riesgo de encarcelamiento para quienes publicaran clandestinamente.
De acuerdo con las épocas históricas de la humanidad, tanto  han sido delincuentes quienes se opusieron  a la esclavitud (EEUU. en tiempos de la guerra de Secesión, el Apartheid que llevó a Nelson Mandela a la cárcel por más de 25 años), como aquellos que roban una naranja  en una finca, para saciar su sed.   
La cohesión social, parte del principio elemental que todos los integrantes de la sociedad deben tener  las mismas necesidades e intereses, siendo la más esencial de todas, la información, el conocimiento Y la prensa « suple » todos estos requerimientos maquillándolos de distracción y evasión. Así alimenta las conversaciones de las redes sociales en sus espacios naturales : la pulpería, el super mercado, las sodas, las calles, los ascensores, las salas de espera de los hospitales y clínicas, las paradas de buses, los parques.

  1. PREMISAS  

El presente ensayo parte de las siguientes premisas :

  1. En todo sistema organizado existen los canales de comunicación  y las redes. Los canales corresponden a los medios oficiales, institucionalizados. Ejemplos : las empresas periodísticas, mejor conocidas como medios de comunicación cuya función manifiesta es la de servir de intermediarios entre  el poder económico productivo y el poder político depositado por los integrantes de la sociedad en el gobierno. (También cumple funciones latentes como la coerción, la cohesión social, la distracción, la evasión). Tanto el poder económico productivo como las instituciones del Estado utilizan canales de comunicación como apoyo a la gestión organizacional : murales informativos, boletines, circulares, reuniones, circuitos cerrados de televisión y radio, trípticos para la presentación y promoción de la misión, visión, objetivos institucionales, entre  otros tantos. Es común que las instituciones del Estado publiquen campos pagados en los medios de difusión colectiva (impresos, radiofónicos, televisuales)  Así,  estos espacios devienen en canales de comunicación.
En el extremo opuesto, aunque de manera paralela existen las redes. Son lugares informales en los que circula información no codificada, espontánea, sin formato alguno. Como ejemplos se pueden enunmerar : las cafeterías en las empresas e instituciones, los ascensores donde se encuentran las personas, los parques donde se reúnen las familias y los amigos, las salas de espera en los hospitales,  las paradas de buses, los estadios, las pulperías y super mercados. Estos son lugares ocasionales en los que, ocasionalmente las personas intercambian información cotidiana.
  1. 20 años atrás, cuando solo existían los medios de difusión colectiva, los intercambios de información en las redes sociales solo se nutrían de lo cotidiano y de las noticias. Entonces, las empresas periodísticas tenían un poder de influencia inobjetable. Hoy, con las redes sociales enInternet, al alcance de los individuos, sin mediación de las empresas periodísticas ni « Imprimatum » del Estado o de la iglesia,  las empresas de comunicación se vuelven menos indispensables y van cediendo terreno a las redes sociales  en Internet, como el recurso informativo para alimentar las conversaciones informales. Tan cierto es esto, que las empresas de comunicación han reconocido esta realidad de mercado y recurren a las redes sociales para evaluar el nivel de aceptación (feed-back) de sus destinatarios, de acuerdo con la respuesta que obtienen en las redes sociales.  
  2. Las empresas encuestadoras no pueden ignorar  ni la existencia de esta realidad, ni su efecto sobre las opiniones colectivas, aunque  estas se expresen de manera individual. Esto quiere decir, que al igual que las empresas de comunicación perdieron su hegemonía, las empresas encuestadoras perdieron la exclusividad de medir la opinión de los ciudadanos frente a ciertos fenómenos. Si quieren subsistir, deben adaptarse al « espíritu de los tiempos » y empezar a diseñar instrumentos estadísticos, pero sobre todo a formular preguntas que no salgan de su cosecha sino que se alimenten de las opiniones mismas de los usuarios de las redes sociales.

LA PRENSA TIENE EN EL DERECHO A LA INFORMACIÓN SU SUBSTRATO IDEOLÓGICO.

La prensa como institución posee un status de privilegio,  gracias al  substrato ideológico que le sirve de columna vertebral : el derecho a la información.
Este derecho, de caracter universal  ha sido confundido y manoseado con otro que es más personal y humano : el derecho a la libre expresión. Ambos están custodiados, a nivel planetario, por constituciones políticas locales, convenios internacionales y declaraciones universales. A su alero se han creado organizaciones e instituciones dedicadas expresamente a protegerla. El derecho a la información nos permite conocer la realidad local e internacional. El derecho a la libre expresión nos permite comunicar nuestras opiniones y vivencias con la condición de asumir a posteriori la responsabilidad legal de nuestros actos difundidos. Porque sin difusión no hay información y menos aun expresión de opiniones.
Tan exclusivo margen de acción  le ha permitido a la industria periodística construir su propia dinámica para hacer de cualquier acto humano  y acontecimiento de la naturaleza, un hecho noticioso, con un alto grado de credibilidad- verdad. Esto, a condición de pasar por el tamiz de las salas de redacción de los medios de difusión colectiva.   
Antes de los  años 60, el periodismo occidental se caracterizaba por un estilo  literario, con predominio de  la crónica.
LAS PREGUNTAS BÁSICAS DEL PERIODISMO Y LAS REDES SOCIALES
Hace más de 50 años, el « nuevo periodismo »  utiliza un lenguaje, estilo y estructura directo, breve y conciso,  con textos de párrafos cortos,  3 a 5 renglones y títulos de 7 palabras en promedio.  Así responde más fácilmente a las preguntas básicas del sentido común enunciadas por Quintiliano hace más de 2000 años: ¿QUIÉN? ¿QUÉ? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE? ¿POR QUÉ, O PARA  QUÉ? Esta misma estructura la utilizamos todos los usuarios de las redes sociales, de manera intuitiva y hasta inconscientemente. En muy pocas ocasiones, al igual que en el periodismo, respondemos a todas estas preguntas. Lo más probable es que, al igual que en el periodismo, solo utilicemos dos o tres. Ahora bien, para hacer de nuestras opiniones publicadas en Internet verdaderas noticias periodísticas solo falta agregarles los criterios y los valores.  
EL ÉXITO DEL PERIODISMO ES SU SÉMIOSIS RELACIONADA CON EL SENTIDO COMÚN DE LA GENTE.
Por lo demás, el éxito del periodismo radica en que su  sémiosis corresponde con la manera de pensar y hablar de la gente común. En este  acto  se produce una conexión instantánea  noticia-perceptor según el cual, aquellos creen comprender el hecho en el acto mismo que acontece, gracias a las capacidades perceptuales elementales de los consumidores para decodificar la información,  a partir de  un conocimiento básico del lenguaje. No obstante; y sea dicho con toda vehemencia: este encuentro de significaciones periodista/destinatario no permitirá el conocimiento esencial de la realidad mediada, en razón de su nivel de simplificación discursiva.
Ahora bien, al unirse  la necesidad de saber con los componentes lúdicos  de la curiosidad y la capacidad creativa e innovadora se obtiene «  la pirámide de la comunicación » : sumatoria de las  invenciones creadas por la civilización humana a través de miles de siglos con el propósito de transmitir  más información a mayor velocidad para la mayor cantidad de personas, con una  impresionante reducción del tiempo  entre el prototipo  y su implantación masiva.
Durante el despunte de la segunda  mitad del siglo XX,  la ciencia (Biónica, inteligencia artificial, robótica,  primer computador etc.) instaura  las  condiciones para el salto cuántico, desde los laboratorios del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets). A este segmento de siglo le debemos  el disfrute, con un acceso, inconmensurable, de los más variados gadgets de las tecnologías de la información y la comunicación.
AUNQUE HEMOS APRENDIDO A MANIPULAR LAS TECNOLOGÍAS, DESCONOCEMOS SUS IMPLICACIONES.
Agréguese, el apuntalamiento de la neurociencia, la neurobiología, la informática, la telemática, la era espacial de  los años 60 y tendremos la « explicación mágica » para todo cuanto hoy poseemos de tangible :  celulares,  computadoras portátiles,  Ipod, Ipad,  pantallas planas y de alta definición, etc. incorporados en la médula de nuestro diario vivir.
Sin embargo ; y aunque hemos aprendido a manipular sus mecanismos, aún nos falta comprender sus implicaciones.
Algunas personas de las generaciones pasadas se resisten a abandonar su máquina de escribir Royal, o Underwood de hierro puro, porque así mantienen el control sobre lo que escriben en forma de hoja, para guardarla en un folder. Ignoran que solo basta con aprender mecánicamente la ruta de proceso a partir del encendido de la compu hasta llegar al facebook, el twitter o youtube, para ingresar a la era de las redes sociales. 
¿Resulta osado preguntarse si, la sobreabundancia de opciones tecnológicas que ha desembocado en la insaciable obsesión  por adquirir  el gadget de moda, estaría  modificando la relación tradicional de los consumidores de noticias con sus medios tradicionales ?
¿QUÉ PREFIEREN LOS CIUDADANOS HOY : LAS REDES SOCIALES O LA PRENSA ?
¿Estarían las personas menos interesadas  en abrir las páginas de un periódico, o seguir  las noticias en la radio o la TV,  que en ingresar a su Facebook, su Twitter ( intercambio de lo más banal y cotidiano) y su « mensajería celular » (llevada al extremo de la simplificación de la lectura/escritura del idioma, hasta degenerar en un código ajeno)?  ¿Podrá más la auto-estimulación narcisista inherente a las redes sociales, que la preocupación por la actualidad nacional e internacional ?
La pregunta se responde con la siguiente afirmación : El mérito de las redes sociales es permitirle a millones de personas en el mundo, de manera simultánea, ejercer su derecho a la libre expresión; al tiempo que producen información consumida por decenas, miles y hasta millones de usuarios. Dicho de manera simplificada : la libertad de información sería del dominio de los medios de difusión colectiva. Y la libre expresión sostendría la dinámica y existencia de las redes sociales. 
Yo me atrevería a afirmar que el éxito de Facebook y Twitter está en  presuponer que a cientos de miles nos gusta estar frente a un auditorio real-virtual infinito para saber de mí, de los otros y de todos;  aunque al instante, los cientos de miles de millones de opiniones sean fagocitadas por « la nube invisible » de Internet  
Desde luego,  éste no era  el deseo subyacente de quienes dibujaron las figuras rupestres de las cuevas de Niaux y Lascaux, hace más de 20 mil años, o escribieron jeroglíficos y construyeron pirámides, hace más de 6 mil años. En esos tiempos apenas empezaba a esbozarse el principio de la comunicación que hoy alcanzó, colonizó y saturó el ciberespacio con todo tipo de satélites.
Quizás estén fuera de lugar estas dos preguntas ¿Para qué invierte el ser humano (y también desperdicia) recursos tecnológicos inmensamente costosos con el único propósito que alguien seleccione desde su computadora o celular un « me gusta » ? ¿Cómo es posible que esa idea del « me gusta » haya permitido el enriquecimiento económico de sus creadores y de quienes se esfuerzan por superar y competir en el mercado de las redes sociales ?
Después de todo, se trata de una simple y corta gratificación  que sólo exige estar conectado a la red y aceptar una oferta de amistad. El resto es dejarse atrapar por esa fuerte adicción atractivamente superior a leer un periódico, o seguir las noticias por la radio y los telenoticiarios.
Mirando con nostalgia los años 50 y hacia más atrás, hasta las pinturas rupestres, me pregunto si en las  mentes primitivas de los creadores de los inventos contemplados en la « Pirámide de la comunicación »  había algún espacio  para poner su ingenio, inventiva y sabiduría al servicio del poder. Podría responder que no, si subrayo la decisión de Niepce creador de la fotografía de no patentar su invento para que sirviera a la humanidad, sin restricciones legales
LAS REDES SOCIALES SE SALTARON PROCESOS DESDE EL PROTOTIPO HASTA LA IMPLANTACIÓN MASIVA.
Las redes sociales lograron en escasos   20 años completar el ciclo desde el prototipo hasta su  implantación  masiva; en tanto que a todas las demás invenciones les tomó  más de 50 años alcanzar su aceptación entre los usuarios, con un impacto menor sobre el imaginario colectivo globalizado.  Para los usuarios consuetudinarios,  tal vez sea suficiente con el « me gusta » y sea de necios preguntarse el pór qué y el para qué.
¿Y las implicaciones de este brutal cambio de paradigma ? Apenas están asomando algunos indicadores en el lenguaje escrito y en las reducidas capacidades de expresión de los nuevos adictos cibernautas. Lo que sí es innegable es que, salvo un cataclismo, las redes sociales vía Intenet nacieron, se desarrollaron, lograron su implantación planetaria y alcanzaron su madurez en apenas 20 años.
Yo creo, que la estrategia mundial de los verdaderos detentadores del poder es mantenernos ocupados en mirarnos el ombligo narcisista del « me gusta » mientras sus expertos, sabios y científicos desarrollan y aplican la capacidad, magnitud, cobertura de esta herramienta hiperglobalizada para controlar a la humanidad entera. (analogonluis@yahoo.es)


martes, 5 de noviembre de 2013

ANÁLISIS SEMIÓTICO DE LUIS GUILLERMO SOLÍS EN LA BARBERÍA

 Para accesar el anuncio publicitario en:
http://www.youtube.com//Watch?v=fbJAVkoitMQ
ó en
http://www.youtube.com/channel/uc2-EqAPb2Wk3b7BpQJgcfHA
LUIS GUILLERMO SOLÍS EN LA BARBERÍA
Dr. Luis Montoya Salas
Comunicólogo

Este anuncio publicitario aparenta ser sencillo por su construcción. Sin embargo, es complejo pues  requiere de una capacidad de decodificación de la lectura fílmica por parte de los telespectadores.  Técnicamente está bien logrado, pues utiliza técnicas cinematográficas creadas por el cineasta soviético Einsenstein en los primeros 10 años del siglo XX. Por eso me atrajo. Pero al analizarlo semióticamente y contextualizarlo en la realidad política actual, revela serias limitaciones de orden persuasivo y funcional.
Su duración es de 30” y sólo intervino un camarógrafo a pie  (sin dolly) con la cámara al hombro para crear la percepción de un travelling subjetivo (cámara psicológica). Esto rebaja los costos de manera significativa.
La sinopsis es simple: Una persona camina por varias aceras y se dirige a pie a la barbería. En el trayecto reflexiona en voz alta sobre “aunque parece que para Costa Rica todo está perdido, yo soy optimista”.  ¿Pueden los telespectadores leer estas escenas de idéntica manera?
Esta es la estructura del mensaje, en sus dos registros básicos: el icónico  (la imagen) y el verbal (el narrador y otros efectos sonoros, como la música instrumental que lo acompaña.
El anuncio publicitario aquí analizado consta de tres escenas, dos secuencias y 19 tomas.
Registro icónico:
I escena, primera secuencia:
Una persona (que asumimos es el candidato) camina por una acera, mirando hacia abajo. En su marcha observa  los pies de varias personas de ambos sexos con zapatos, sandalias, tenis, etc.
II secuencia de la I escena:
Una toma de transición de los pies de una persona en el  interior de lo que resulta ser una barbería. Un tilt up (cámara sube) y en  toma abierta muestra al personaje sentado en una silla de barbero a la antigua. El personaje conversa brevemente con el barbero.
II escena:
La cámara en close up (toma muy cercana del rostro del  personaje) filma 9 tomas para construir una secuencia de los diferentes ángulos de su rostro  y cabeza: barbero le coloca una servilleta en el cuello; su cabeza, desde arriba (picada)con tijeras y peine del barbero; contraplano del lado derecho del rostro (nariz y ojo derecho) con manos del barbero haciendo el recorte; plano de parte trasera inferior de la cabeza, lado izquierdo, énfasis en la maquinilla del barbero;  contraplano en close up sobre parte del rostro costado derecho,  se observa la mano del barbero. En fin, la construcción del rostro del candidato, a partir de segmentos de su cabeza.
III escena:
Primer plano (PP) del rostro del personaje mano izquierda del barbero y navajilla; parte superior de la cabeza, peine y tijeras del barbero; parte inferior de la cabeza con manos y navajilla del barbero. En difuminado: plano medio del personaje y el barbero para cerrar con el logo del PAC y la frase Luis en blanco y Guillermo en amarillo.
 Registro verbal (voz del narrador pronuncia 61 palabras)
Entra segmento de música orquestal.
Creo  que a Costa Rica se le puede rescatar, aunque no va a ser sencillo.
Creo que la gente como usted y como yo todavía queremos creer, aunque cueste tanto.
A veces parece que todo está perdido. Pero yo, yo soy optimista. Así es, hay que seguir. Soy Luis Guillermo Solís. Quiero que me conozca y me ayude a rescatar a Costa Rica.
Inferencias:
En el plano icónico (visual). La cámara psicológica (cuando el camarógrafo se carga al hombro la cámara y empieza a caminar) reúne todas las características dramáticas y de tensión del seguimiento o persecución del cine de acción.  El mecanismo es simple. Es ponerse en “los pies del espectador” para hacerle creer que es él quien camina  dirigiéndose a un lugar determinado, aunque desconocido para él, hasta que la línea del guión se lo indica. Durante la marcha se crea una expectativa de lo que sucederá.
Es común que acompañemos nuestra marcha a pie con alguna reflexión. En el caso de este anuncio, el personaje dice lo siguiente: “Creo  que a Costa Rica se le puede rescatar, aunque no va a ser sencillo. Creo que la gente como usted y como yo todavía queremos creer, aunque cueste tanto”.
La siguiente frase: “A veces parece que todo está perdido” hace la transición entre el afuera de la acera y el adentro de la barbería.
El personaje se sienta en una silla de barbería y se hace el corte con un barbero a la antigua. Mientras esto pasa, en medio del silencio del lugar suena una música instrumental. Luego, tomas cortas reinventan al personaje en todos los planos posibles de su rostro de manera redundante, al igual que el cineasta Einsenstein lo hizo en la película “El acorazado Potemkine”. . Al final, la secuencia de tomas concluye con un primer plano (PP) del personaje quien en off dice: “Soy Luis Guillermo Solís.  Quiero que me conozca y me ayude a rescatar a Costa Rica”.
Conclusión:
Aunque técnicamente el anuncio está bien logrado, está lejos de alcanzar el objetivo  funcional deseado de conocer al personaje; y más aún, de ganar su simpatía.
La ilustración musical connota clase social media alta, de oído fino, de gustos refinados y produce una disonancia cognoscitiva  al contraponerla con el tipo de aceras de barrios pobres (por los zapatos de los caminantes). Como se diría en lenguaje sencillo, “no combina”, “no coincide”, “nada qué ver”. Mejor habría servido una ilustración musical de corte popular (bolero, merengue, salsa) que empataría más con el ambiente (plano de situación) de la barbería. El tipo de música escogida sería más apropiada para ilustrar fachadas de museos, edificios culturales, por ejemplo. Otra disonancia cognoscitiva es si es creíble que un candidato presidencial camine por aceras  maltrechas propias de barrios descuidados, solo en busca de su barbería preferida.
Los productores del anuncio tienen la gran responsabilidad de escoger una temática pertinente, persuasiva, que empate con la personalidad del personaje; pero sobre todo, que forme parte de las prácticas sociales del imaginario colectivo. Escoge la ruta a pie para llegar a una barbería como el motivo para plantear el delicado problema de “la Costa Rica que se puede rescatar, aunque no va a ser sencillo”.
Se escoge como plano de situación una barbería  y le dedican un 25% de la duración del vídeo al corte de pelo del personaje, como si este detalle fuera trascendental y fácil de anclar con la propuesta temática: “Soy optimista”. A decir verdad, el último segmento del anuncio más pareciera la promoción de algún producto de barbería como loción, talco, brocha, máquina de afeitar, etc.
Entonces se plantea la pregunta fundamental:  ¿cómo saber si un estratega de imagen se equivoca al escoger la temática que utilizará para posicionar a su candidato en el imaginario colectivo?  Una forma podría ser sometiendo a un focus group su anuncio a partir del guión. O lanzarse de manera arriesgada solo sostenido por su creatividad,  experiencia política y conocimiento de la realidad nacional.
Sea como fuere, el anuncio analizado revela limitaciones de recursos que no se observan en el anuncio de Johnny Araya “Contráteme”. Y esta realidad delimita la temática y su abordaje.

sábado, 2 de noviembre de 2013

LA CASA EN LLAMAS.... (Cuento corto)


    LA CASA EN LLAMAS
Dr. Luis Montoya Salas
Comunicólogo
La casa número 19 en la cual ocurrieron los hechos aquí narrados  es hoy  apenas una leyenda,  en  la enmarañada selva  urbana que la circunda. Aún  connota espacio en el conjunto, gracias a una sombra en forma de nube que  se posa  sobre su espíritu, cada primer jueves de noviembre. Así  permanece 12 horas: de las 6:00 a.m. a las 6:00 p.m. y es visible desde los lugares altos de la ciudad capital. Este fenómeno se produce todos los años, desde hace 20 años.     
Esta vivienda formó parte de una “urba” compuesta de sesenta y siete casas armadas con los mismos bloques, pintadas con los mismos colores, alineadas y separadas, como nichos para seres vivos, por callecillas llamadas alamedas.
Ahí, luego de su divorcio, Ernesto alquiló una casa con tres aposentos.  
“El profesor” –así lo saludaban los vecinos- vivía en condiciones austeras. Sólo contaba con una pequeña cama de madera comprada a pagos; una plantilla eléctrica de dos discos, adquirida en una compra-venta. Y la mesa del comedor con 4 sillas, comprada también a pagos le fue cedida por su ex esposa, como regalo de divorcio.
Tauro, un perro negro pastor belga de tres años acompañaba a su amo en la rutina de cada mañana. A las seis iniciaban juntos, el trote. Luego, 30 minutos de ejercicios. A las ocho, desayuno para los dos. Granola y frutas para Ernesto. Y para Tauro, una carne molida aún caliente cargada de moscas bulliciosamente repulsivas, por el tornasol de sus alas.
Por la tarde, el académico impartía su cátedra, en la escuela de comunicación. Y como siempre andaba escaso de dinero, realizaba el trayecto hasta la universidad a pie, por la ruta más corta: la línea del tren. De seguro, nunca pasaría un tren por ahí, pues un ex presidente  de la República lo sustituyó mediante decreto, por furgones para el transporte de carga. Así favorecía a un pariente cercano, según los rumores.
A menudo, de regreso a casa pasadas las nueve de la noche sentía en la oscuridad, una “presencia” marcándole el paso mientras le respiraba muy cerca de la nuca.
Durante más de dos años, Ernesto vivió su rutina, sin zozobras. Cada noche, para dormir realizaba una sesión de meditación estimulado por unos puchos de marihuana que compartía con su amigo, el dueño de la casa.
Pero un jueves, a las tres de la madrugada, un escalofrío atravesó su columna vertebral y se estacionó en los esfínteres. De inmediato saltó de la cama. Escuchó pasos en la cochera, pero el perro no ladró.  Se asomó al patio donde Tauro dormía y lo encontró crispado y petrificado de miedo, con el rabo levantado y los  ojos desorbitados y enrojecidos.
Abrió la puerta y a la altura de sus ojos, un hombre sesentón empapado por la lluvia de agosto lo miraba fijamente. De inmediato asoció esta figura con “la presencia” que en ocasiones lo acompañaba de regreso a su casa, por la ruta del tren.
El desconocido lo llamó por su nombre: 
-  Ernesto, ¿estás deseoso de encontrarte con tu madre? Todavía medio dormido, el profesor solo atinó a cerrarle suavemente la puerta.
Ernesto no pudo conciliar el sueño. A los pocos minutos notó que las paredes se cubrían de gotas diminutas, como si algún dolor las hiciera llorar. Al mismo tiempo, de la casa entera brotaba un calor sofocante, como si estuvieran encendidos varios fogones cocinando juncos.
Ernesto le pidió a su amigo, el propietario, que arreglara esos problemas nunca antes vistos en una casa. Al entrar, el dueño sintió un calor desesperante en todo el cuerpo, acompañado de un olor a junco recién quemado. Las paredes también estaban manchadas con moho. Aplicó sellador contra la humedad y la pintó completamente. Pero todo fue en vano: las paredes continuaban supurando.
Cualquier otra persona habría entregado una casa en tales condiciones. Pero a pesar de los constantes dolores de cabeza que Ernesto sufría por el calor, el olor y la humedad, seguía aferrado a ella, con inexplicable miedo expectante. 
Seis meses después, un jueves de noviembre a la misma hora de la madrugada llamaron a la puerta.  Esta vez, Tauro dio aviso, con aullidos lastimeros. Afuera, en la cochera, estaba de pie el mismo señor sesentón que antes lo había visitado. Cargaba unos juncos sembrados en una maceta de madera, llena de tierra.
El profesor le abrió la puerta pues ya lo creía más que conocido, su pariente.  
-            “Mi nombre es Rafael, como tu padre. Soy como un espíritu vengador. Y le cobro a usted el suicidio de su madre, pues rompió nuestro pacto de amor. Ahora que te acercas a los 80 es injusto que hayas disfrutado tantos años, mientras nosotros dejamos este mundo siendo aun muy jóvenes. Es el momento de sufrir el castigo destinado a los suicidas. Y mostrándole la planta que depositó en la cochera le contó que antaño ese lugar estuvo sembrado de juncos, cuyas hojas usaban sus ancestros  para trasladarse a los momentos previos a la muerte, ya fuera mediante infusiones, inhalado, envuelto en cigarrillos, o aspirado por una pipa.
Dicho esto, Rafael se acostó en la cama de Ernesto pues estaba muy fatigado y durmió hasta las tres de la madrugada del día siguiente. Se levantó, podó los juncos y los regó con gotas recogidas de las paredes de la casa. Con las hojas preparó unos cigarrillos. Se fumó uno y el resto se lo dejó a Ernesto.  Luego desapareció, llevándose a Tauro consigo.
Durante las pocas horas que Rafael estuvo en la casa cesaron el calor intenso y el olor a hojas de junco recién quemadas. Solo el rocío en las paredes se mantuvo.  Con la partida de Rafael, del moho empezaron a brotar pequeñas hojas de junco que cubrieron gradualmente todo el interior de la casa, al tiempo que se intensificaba el olor de estas hojas como si estuvieran recién quemadas. 
Ante esta situación, nueva para él, Ernesto recurrió a los cigarrillos que Rafael había preparado. Este viaje lo llevó hasta una biblioteca llena de gavetas que se abrían y cerraban mostrándole imágenes de su infancia: la escena de la yegua blanca con tres niños en el lomo atravesando riachuelos y empinadas cuestas en la selva, para sacarlos de la finca donde Ernesto y sus dos hermanos nacieron; la parada del bus que  llevaría a su padre y a sus tres hijos a la capital y cuyos recuerdos olían a querosén quemado mezclado con el olor a huevo, a tortilla caliente, a café recién chorreado; el inmenso dormitorio del orfelinato con sus camas alineadas como soldados acostados, la virgencita milagrosa en la gruta, las monjitas con sus manos recogidas en oración, la capilla, los interminables corredores, las series del Capitán Sylver en la radio; el celador de panza grande que recorría una y otra vez las hileras de camas vigilando o imponiendo el sueño; y quien, a hurtadillas, besaba las mejillas de Ernesto y  de sus otros dos hermanos.
Ernesto despertó de su viaje con un preocupante dolor en el pecho, la respiración entrecortada y taquicardia. Recordó que entre todas las gavetas del viaje anterior, solo una había permanecido cerrada. Pudo más su curiosidad y fumó uno más de los cigarrillos de Rafael, para forzar el viaje. Al instante, se encontró en una gran plaza rodeada de gente harapienta. En el centro había una pira y en ella, una mujer lista para ser quemada. Un hombre, idéntico al visitante nocturno se aprestaba a encender la hoguera. Ernesto se le acercó y le preguntó qué estaba haciendo ahí. Y Rafael le reveló: “esa mujer es tu madre”.  
Durante este particular viaje, Ernesto no salió de la casa en varios días. Los vecinos empezaron a notar que el techo y las paredes exteriores de la casa se cubrían rápidamente de verde. Pero más les preocupaba el olor a hojas de junco recién quemadas. Empezó a formarse sobre la “urba” una mancha en forma de nube que no era otra cosa que una tenue columna de humo que salía de algún lugar invisible de la casa y empezaba a oscurecer ligeramente toda la urbanización.   
Ernesto despertó sobresaltado. Sudaba profusamente e intuyó que aquella casa sería su tumba, cuando estuviera completamente cubierta de juncos. Rafael estaba a su lado mirando como entregaba al casero su sentencia de muerte: un escrito en el que explicaba lo que ocurría, como argumento  para reclamar el seguro, cuando el incendio destruyera la casa.
-                      Ahora sí te encontrarás con tu madre. Recibe mi bendición de padre  y apréstate a morir, sentenció el visitante.   
Al instante, Ernesto se vio al pie de la hoguera, donde pocos minutos antes habían quemado a su madre. Su propio padre lo había juzgado y condenado, pues siempre fue duro, exigente, colérico y sin sentimientos.   
Mientras su cuerpo ardía, en el otro extremo meta dimensional  de su vida,  en la casa 19 de la urba de las 67 sucedían fenómenos extraños: los juncos la cubrían por completo ayudando a las llamas de fuego a desintegrar  las paredes de cemento, “debido a un corto circuito producido por el exceso de humedad”, según el parte de los bomberos.
La policía encontró un cuerpo calcinado por el fuego. Pero al realizar la autopsia concluyeron que el profesor se había suicidado con una sustancia extraña a base de hojas de junco.
Los vecinos nunca se enteraron del suicidio. Solo contaron a los periodistas  acerca del intenso olor a hojas de junco quemadas que se esparcía por toda la “urba”  y de cómo las motas de moho se impregnaban en las paredes, sin ninguna explicación aparente. Ah, y la nube….
20 años después, el propietario de la casa 19 intentó una explicación entreverada del fenómeno: la nube que se forma encima de la “urba” proviene de la combustión subterránea de las hojas de junco (invisibles) al rozar el moho que abunda en ese lugar por la excesiva humedad del terreno. Esto produce el humo (también invisible) que se filtra por la tierra. Así se explicaría, también el olor que se esparce sobre el lugar. Pero acerca de su exacta duración de 12 horas y la precisión de la fecha de aparición cada primer jueves del mes de noviembre, el amigo de Ernesto prefirió guardar silencio.
Y aunque conocía mejor que nadie lo ahí acontecido, nadie tenía el menor interés en creerle…

viernes, 1 de noviembre de 2013

INFLUENCIA DEL LUGAR OCUPADO POR LAS PAPELETAS ELECTORALES

PAPELETAS ELECTORALES Y LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO

Dr. Luis Montoya Salas
Comunicólogo

Todos los autores consultados para este artículo (Anne Marie Laulan, Norberto Chaves et Raúl Belluccia, Ruggero Pierantoni, Lorenzo Vilches y Francois Richaudeau coinciden en un punto, crucial en percepción visual y diseño gráfico: El sistema perceptual de los seres humanos apunta hacia la economía de esfuerzo.  Richaudeau, por ejemplo, indica que “las palabras más simples y las más usadas son las que más pronto reconoce el sistema perceptual”.  Así, la memoria tiene menos dificultades para memorizar frases de 7 letras, como promedio. No es por casualidad, entonces, que los títulos de los periódicos más llamativos y persuasivos son los que tienen, en promedio 4-6 palabras.
Siempre en la línea de la ley del mínimo esfuerzo, estos autores coinciden en que la forma en que evolucionó la lectura / escritura en la cultura occidental hacia una estructura horizontal lineal de sumatoria de letras y palabras organizadas de izquierda a derecha determinó la costumbre de percibir cualquier elemento en un espacio impreso en la misma dirección. Así, convencionalmente un libro se empieza a leer por el principio; luego, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.
Lorenzo Vilchez (Teoría de la imagen periodística, p. 20):
“Algunas investigaciones han demostrado que cuando existe más de un objeto en el campo visual, el que se encuentra en la izquierda produce mayor identificación en el observador, mientras que el de la derecha se perciba  como  ejerciendo más resistencia visual al anterior.  La visión de la derecha tiende a captar a los objetos en ete lado como si tuvieran mayor peso. Pero el centro de la visión se halla en el lado izquierdo debido a que el observador pone mayor énfasis en la identificación de objetos en este espacio. El juego visual de izquierda a derecha (… aparece más fácil, porque acostumbramos a leer en esta dirección según nuestros hábitos culturales. Así, si se mira de derecha a izquierda parece que el perceptor tiene que vencer una mayor distancia (debido a la resistencia ofrecida por nuestro hábito de lectura) para llegar al otro extremo”.


Otro factor que interviene en la percepción es la teoría del color. Este  tema es complejo y la explicación sólo se simplifica para efectos de comprensión.
De los colores escogidos por los partidos para identificarse, son el rojo, el azul y el verde los más fuertes por tratarse de los colores primarios, de los cuales se derivan los colores  substractivos:  magenta (que absorbe el verde); amarillo (absorbe el azul) y el cian (que absorbe el rojo). Consecuentemente, las banderas que más atraerán la atención de los electores serán las que tengan los siguientes colores: el rojo,  el verde y el azul, seguidas de los colores amarillo  y cian. Ahora bien, como algunas banderas complementan colores, obtienen de ello ventajas estéticas por equilibrio y complementariedad de colores en tanto que otras pierden atractivo por la pugna perceptual de colores que no son armónicos (verde con rojo, por ejemplo). Y en el primer caso se encuentran, en orden de percepción privilegiada: el verde y blanco; el amarillo y rojo y el azul y rojo.
En los últimos lugares de la escala de la percepción del color se encuentran: el amarillo, el celeste con blanco y la graduación del azul al celeste, porque no son colores contrastantes.
Corolario:
Cada individuo percibe el color de acuerdo con su sensibilidad estética, originada por herencia genética, por determinismo social, por pruebas de ensayo y error. Sin embargo, existe un promedio de percepción de colores que es social. A esto se le llama empíricamente la combinación armónica de colores que atrae la atención, o genera el rechazo. En las zonas rurales, por ejemplo, la percepción de los colores está más influenciada por los colores dominantes del entorno como el verde, el café oscuro, el amarillo fuerte. En la ciudad, por un proceso de aculturación de los mass media se imponen los colores pasteles, suaves, neutros casi  de acuerdo con las tendencias de la moda.
Regresando al interés político de este artículo, debo hacer los siguientes señalamientos:
  1. La decisión del TSE de modificar el formato tradicional de la papeleta eliminando la fotografía  de los candidatos le exige a los estrategas de imagen insistir más sobre los colores que identifican al Partido que sobre la figura del candidato.
En esta realidad, aumentan más las posibilidades de votar por la papeleta del extremo izquierdo, en razón de su ubicación y color dominante que por la del extremo derecho, por la misma acción de la teoría de los colores.
  1. Desde hace unos 15 años, el abstencionismo ha ido en aumento, al igual que el porcentaje de los indecisos. Estos últimos no llegan a las urnas con una convicción respecto de por quién votarán y su voto sería más un acto reflejo. Sobre ellos ejercería mayor influencia la percepción del color de la bandera y de cuánto hayan sido expuestos  a este color, que cualquier programa de gobierno o denuncias de corrupción lanzadas contra cualquier candidato.
  2. Un factor influyente sin duda alguna y que la mayoría de los partidos manejan con descuido es “la atención del cliente votante”, en el recinto electoral. Un mal gesto, una palabra grosera, una intromisión inoportuna de algún guía o dirigente bastará para determinar una decisión de voto. Así de sensible y solemne es la forma en que los ticos nos dirigimos a las urnas.