lunes, 1 de febrero de 2021

RADIOGRAFÍA REAL DE UNA ESTAFA CALLEJERA Dr. Luis Montoya Salas, Comunicólogo Apuntes breves Una estafa se produce cuando el perpetrador responde al siguiente perfil: 1. Exhibe habilidades, destrezas y actitudes comunicacionales. Se incluye el aprendizaje de enfrentar y confrontar a su presa, indistintamente de sus características físicas, cualidades intelectuales o morales. 2. Construye, instintivamente, un previo perfil sobre el entorno del candidato a estafar: a) educación, bondad, ingenuidad, recursos económicos del candidato a la estafa. 3. Posee una Intuición para identificar la oportunidad y el tiempo de ejecución de la estafa. 4. La “presa” no es capaz de mentir. Tampoco es un estafador. PROCESO EJEMPLIFICADO DE LA ESTAFA: PRIMER PASO: EL EFECTO SORPRESA Un martes cualquiera al bajarme del bus Upala-San José en la parada Los Pulmitan de Liberia en la capital, me saluda un desconocido de estatura media, con unos kilos de sobra, ropa sencilla, pantalón gris sin faja y camisa verde desteñida. Y sin pronunciar mi nombre me pregunta a boca de jarro, como dicen. ¿Pero no me reconoces? ¿No te acuerdas de mí? Soy el hijo de Carlos Rodríguez de Upala. Lo miro detenidamente. Su frente y todo el rostro tiene resabios de granitos o espinillas cicatrizados. Su insistencia en conocerme y reconocerme me desarma. No tiene la apariencia de un estafador sino de una persona común, corriente, más bien simpática. Yo le pido que se quite la mascarilla para cerciorarme que lo conozco. Sí lo hace. Pero no sé quién es. Sin embargo, él insiste. Y logrando el primer objetivo, convencerme que lo conozco, “sin conocerlo”, da el segundo paso. SEGUNDO PASO: LA FAMILIARIDAD Ya somos “conocidos”. Este señor me pide que espere la llegada de su hija procedente de Upala para ir juntos a la universidad; precisamente, oh casualidad, donde debo firmar algunos documentos. Y su hija también. Transcurren 20 minutos y el padre llama a su hija en varias ocasiones. . TERCER PASO: EL ZARPAZO Nos alejamos del grupo de personas para comentarme que “tiene su vehículo estacionado cerca de la parada y me indica el lugar con un dedo de su mano derecha. Ahí está su esposa, esperando. Como ya somos “conocidos” yo le creo. Y aunque no escucho su celular, el estafador habla con alguna persona preguntándole cuánto dinero tiene. 7 mil colones solamente, le responde. Pero necesita 20 mil colones y no puede esperar más. El señor que acabo de conocer busca en sus bolsillos. Y mirándome me pregunta: “Disculpe jefe no sé si abuso de su confianza. ¿Por casualidad tiene unos 20 mil colones para dárselos a mi esposa? Luego de retirarlos del cajero se los reintegro. Y como nunca aprendí a mentir busco en mi billetera y se los entrego. CUARTO PASO EL ESCAPE. Entretanto, confiado en que pronto llegará su hija y podremos ir a la universidad me distraigo con el celular. Y el supuesto padre de familia que esperaba a su hija para llevarla a la universidad y a mí también, se esfuma. Desaparece. Lo busco, lo espero, pasan los minutos. Sólo en ese momento caigo en la cuenta que me robaron, 20 mil colones, en mis propias narices. EPÍLOGO Todos podemos ser estafadores, si queremos. Pareciera ser fácil. Yo no salía de mi asombro al verme estafado. Pero sólo atiné a decirme: “Luis, hiciste el papel de tonto útil, una vez más en esta pequeña exhibición de magia fraudulenta.

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