¿CÓMO APRECIAR LA MÚSICA, EN SOLEDAD?
BESAME
MUCHO, ORQUESTA DE RAY CONNIF
Luis Montoya Salas, comunicólogo
Los primeros acordes de esta obra musical “me transformaron
en una mula desbocada. En llegando al filo del precipicio me transmuté en águila
soberana y me apropié del Infinito”. ¿Cómo sucedió? ¿Cómo, sonidos invisibles solamente
audibles ordenados en pentagramas, pero sin aparente sentido lógico, provocaron
esta escena?
Sólo sé que una noche, como casi todas mis noches cerré los
ojos, me conecté a la música y me dejé llevar. Adonde las combinaciones de sólo
siete notas musicales, si, re, sol, fa,
do , mi, la de un sinfín de instrumentos
(trombones, arpa, batería, piano
de cola, caja o redoblante, campanas pandereta, saxofones como relleno armónico)
me impulsaran con movimientos rápidos, pausados, silencios y de
nuevo el torbellino de notas…
Sueño y
despierto. Despierto y sueño. La música me llama la atención ante mi desvelo.
El contrabajo- escondido entre todos los instrumentos (pero
indispensable para llevar el control del tiempo de todos los demás
instrumentos) me guiña el ojo a través
de sus cuatro largas cuerdas; la
trompeta de tres pistones algo así como una prolongación abstracta
de mis orejas golpea, como martillo mi cerebro
diciendo, a ver cerebrito ocúpate en algo, ahora que no tienes nada por
hacer. Entonces, el todo instrumental de
la orquesta de Ray Connif logra ese efecto mágico invisible.
BÉSAME
MUCHO: Estado romántico del ser.
El resto de
la obra musical se encarga de llevarme por la ruta sinuosa de las imágenes
imaginarias de una luna de papel sobre un mar de aluminio que proyecta
reflejos, vestigios de un amor intangible escondido en algún recóndito punto de
mi amígdala ancestral. El amor está en mí, no en la música, tampoco en el
exterior.
Esa
sensación de vibración envolvente esconde el estado romántico de mi ser, aunque
en el otro extremo sólo fuesen notas negras, corcheas, semi corcheas, bemoles,
sostenidos y se arremolinan en el punto en que la nariz se une con la garganta
produciendo una fuerte picazón transformada en lágrimas imposibles de evitar pero
sin explicación ni aparente razón, si no es que existe en el tiempo/espacio,
algún recuerdo asociado a una mujer. Y
claro, pero esto ya es el colmo de la persuasión, los pies empiezan a pedir su
espacio de expresión y a moverse, tímidamente con impulsos cadenciosos
disimulados como queriendo saltar a la pista de baile, abarcarla toda, apoderarse
de ella.
En el
entorno existe un inmenso silencio acompañado de una tenue oscuridad. En algún punto del espacio una vocecilla me
dice, como en susurro “Bésame, bésame mucho como si fuera la última vez”.
En un
descuido mío comprendo que se trata de notas musicales virtuosamente
acompasadas que hablan el lenguaje del amor inconcluso, inaprehensible,
platónico. Y unos golpes cortos, directos y dominantes de violines se
interponen contra la última estrofa … “que tengo miedo a perderte otra vez”. Un halo de aliento en los xilófonos me dice “Piensa que tal vez mañana, yo estaré
lejos, muy lejos de aquí”-
Descubro, que
la estrategia del envolvimiento mágico musical se encuentra en la redundancia:
cuatro cornos franceses seguidos de ocho violines, una guitarra eléctrica, dos
trompetas , el piano y el contrabajo de cuatro cuerdas que siempre estuvo ahí,
de compañero insisten sobre la misma estrofa musical , cada instrumento con sus
cualidades consustanciales.
La unidad,
la precisión de la interpretación y los tiempos acordados y respetados en tonos
altos, medios tonos y bajos hacen el milagro.
Esta es la
música, comprendida en silencio buscando el objetivo de su sabia combinación de
notas / sonidos. Esto es Bésame interpretada por
la orquesta de Ray Connif.
Me ha gustado su articulo publicado.En mi opinion tiene un profundo significado emotivo, imaginativo y que evoca en nuestro ser sentimientos del pasado que en cuanto a la forma de apreciar la musica popular y sus artistas, de epocas romanticas, entre las decadas de los 60's, 70's, 80's y aun 90's de una mejor disposicion, muy bien expuesto. En cuanto a la cancion, cuya autora fue la mexicana Consuelo Velazquez en 1940, es arreglada exquisitamente por el famoso director y compositor Ray Conniff,cuya actividad se desarrollo entre 1935 y 2000, con un ensamble muy original de trompetas, trombones y saxofones, aparte del ritmo, con elementos del swing, del jazz y el rock que en esa epoca iniciaba, que aporto la bateria, el arpa, pandereta, maracas, guitarra electrica y el bajo como fundamento de esa bella cancion. El exito de Ray Conniff y su orquesta fue la inclusion de coros femeninos y masculinos semejando instrumentos como trompetas, los primeros y trombones, los segundos en un ensamble perfecto e innovador para la epoca. Es bueno que otros profesionales como usted dediquen su talento a externar enseñanza y conocimiento a la juventud, en las redes a desarrollar temas desconocidos para las nuevas generaciones en estos tiempos de psndemia.
ResponderEliminarMe ha gustado su articulo publicado.En mi opinion tiene un profundo significado emotivo, imaginativo y que evoca en nuestro ser sentimientos del pasado que en cuanto a la forma de apreciar la musica popular y sus artistas, de epocas romanticas, entre las decadas de los 60's, 70's, 80's y aun 90's de una mejor disposicion, muy bien expuesto. En cuanto a la cancion, cuya autora fue la mexicana Consuelo Velazquez en 1940, es arreglada exquisitamente por el famoso director y compositor Ray Conniff,cuya actividad se desarrollo entre 1935 y 2000, con un ensamble muy original de trompetas, trombones y saxofones, aparte del ritmo, con elementos del swing, del jazz y el rock que en esa epoca iniciaba, que aporto la bateria, el arpa, pandereta, maracas, guitarra electrica y el bajo como fundamento de esa bella cancion. El exito de Ray Conniff y su orquesta fue la inclusion de coros femeninos y masculinos semejando instrumentos como trompetas, los primeros y trombones, los segundos en un ensamble perfecto e innovador para la epoca. Es bueno que otros profesionales como usted dediquen su talento a externar enseñanza y conocimiento a la juventud, en las redes a desarrollar temas desconocidos para las nuevas generaciones en estos tiempos de psndemia.
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