EL LUGAR Y EL COLOR DE LAS PAPELETAS PARA ELECCIONES
MUNICIPALES 2020/2024
Dr.
Luis Montoya Salas, comunicólogo
El lugar ocupado por los candidatos de
los partidos políticos en las contiendas electorales para acaldes, regidores,
síndicos y concejales del 2020 fue realizado al azar por el TSE, por dos razones históricas: para transmitir
sensación de equidad y para evitar discusiones ciegas entre los partidos y el
TSE.
Sin embargo, cualquiera que sea la
razón, siempre existirá la controversia, quienes se alegran por ocupar lugares
privilegiados y quienes se resignan. Y como se verá, en este ensayo, este acto
tradicional tiene implicaciones sobre el proceso electoral, como tal.
A diferencia de las elecciones
nacionales para Presidente y diputados, las papeletas de los candidatos a
alcaldes, regidores, síndicos y concejales carecen de la fotografía, sólo cuentan
los emblemas y colores de los partidos políticos. Y como también veremos, para
la escogencia no solo cuenta la papeleta, que es neutra, sino la apropiación
por el imaginario colectivo de las experiencias asociadas a los colores, no así
la imagen propiamente de la bandera, que puede transmitir respuestas
favorables, o el rechazo irracional.
Esta condición provoca que, en el
momento de la votación, la selección de los diferentes cargos dependa de una
percepción visual con una muy breve duración de exposición y un diálogo interno
entre el elector y la papeleta en cuestión. De ahí la necesidad de aportar algunas
reflexiones sobre el resultado privilegiado, o no del lugar obtenido.
LA FORMA DE LECTURA OCCIDENTAL COMO CRITERIO
SIGNIFICATIVO
Siguendo
a Anne Marie Laulan, “el pensamiento
occidental se estructuró, a sí mismo en
un molde lineal, en una dimensión temporal, irreversible.”
Así,
tanto la forma de pensar, como la concepción lineal de la escritura, ordenada
por letras, palabras, frases con sujeto, verto y predicado impusieron, también,
una forma de expresar la realidad, en forma de silogismos encadenados como
razonamientos, progresivos, analíticos en una sola dirección temporal.
Y
agrega: “El espacio (del libro) –y yo agrego, de la lectura, está reglamentado,
delimitado: leemos del comienzo al final; de derecha a izquierda (poniéndonos
en el lugar del libro, periódico, etc.) de arriba hacia abajo. Luego, estos
hábitos con sus limitaciones de lectura terminaron modelando y rigiendo las
limitaciones del pensamiento” Y yo agrego, imponiendo una forma mecánica
fisiológica, de leer.
Si
llevamos estas explicaciones al trazado visual, asimilándolo a una línea de
lectura impresa en la papeleta, que realizaremos los electores en las urnas
sobre los bloques de colores - emblema de los partidos en contienda,
diremos: Primero leemos los colores
azul y rojo asociado, como imagen representativa, a la Unidad Social Cristiana.
Sigue, en el orden de la lectura, el color blanco, con un círculo azul en el
centro, asociado a Nueva República. En el tecer lugar, los colores que siguen
son el azul intenso, el amarillo y el rojo correspondientes al Republicano
Calderonista seguido de Liberción Nacional representado por los colores blanco
y verde. Y en el quinto lugar el Partido
Restauración Nacional.
Ahora
bien, siguiendo las leyes del diseño expresamente los puntos áureos y sumados a
la forma tradicional de leer podríamos inferir que los partidos PUSC y RN, en este orden se encuentran en los lugares privilegiados de
la papeleta. En efecto, por
condicionamiento fisiológico, sólo podemos leer de derecha a izquierda. Y, en
este caso, es el emblema del PUSC el primero en ser percibido. RN se ve favorecido porque al final de cada
línea siempre hacemos una pausa de
micro-segundos para seguir con la
lectura.,
EL COLOR COMO FACTOR
NEUTRALIZADOR DE LA VENTAJA DEL MOLDE LINEAL
Aunque
ya me referí a las ventajas de ocupar el primer y último lugar en la papeleta,
también debo señalar un factor de mayores implicaciones que neutralizarían
aquella ventaja. Y es el color, o los colores.
Como
una tradición, los partidos políticos utilizan una bandera con determinados
colores para identificarlos.
Estos
colores no sólo identifican a determinado partido, sino que están asociados, en
el imaginario colectivo a prácticas políticas, a resabios de experiencias
positivas o negativas. Dicho esto, los colores más anclados en este imaginario
son en orden de importancia, el verde y blanco, por la facilidad con la que se
leen estos colores; y el azul y rojo, porque han tenido mayor permanencia en
los procesos electorales, único momento cuando salen a relucir los colores
escogidos por cada partido. El Partido Republicano Calderonista utiliza tres
colores que, en sí son primarios, vale decir, colores dominantes. Esta
combinación le da una gran solidez.
En el caso de Restauración
Nacional, los dos colores utilizados son antagónicos entre sí, pues al tratarse
de colores pasteles, como el celeste y el amarillo degradado “se disputan” el
lugar de la percepción visual del destinatario. Es, en consecuencia, la peor
combinación de colores. Y aunque ocupa un lugar privilegiado, la debilidad de
sus colores inclina más este emblema al
vacío.
EL CASO PARTICULAR DEL EMBLEMA DE NUEVA REPÚBLICA
Una mención particular
merece el color utilizado por el Partido Nueva República. El blanco es un color contradictorio y
antagónico a todos los demás. Algunos
sostienen que es la ausencia de color, porque los refracta a todos. Es, si se
quiere, la base de la cual parte la luz para provocar los otros colores. Otros sostienen que, por el contrario,
absorbe todo los colores. Y, en el caso del Arco Iris, no aparece, porque le da
sustento a todos los demás.
En el conjunto de la
lectura de los otros emblemas, todos con colores horizontales, continuos y utilizados
corrientemente, el blanco significa una ruptura, una diferenciación, una
novedad. Es decir, la información pura., inédita. Este fenómeno provoca una
reacción visual que obliga a un mayor tiempo para comprender esa ruptura de lo
normal, tradicional. El grado de diferenciación de este emblema aumenta cuando, a esta composición se le agrega el elemento innovador
por naturaleza: tres círculos concéntricos que convergen en un
vórtice.
En breve: Se trata de un proceso fisiológico en el que el órgano de la
vista busca el equilibrio a partir de un color dado y por ello simultáneamente
produce su opuesto en tono, valor, saturación o temperatura modificando cómo es
percibido ese color.
¿QUÉ DICE LA TEORÍA DE LOS COLORES?
En la definición científica, no se puede separar el concepto
de color de la luz. El color en realidad se define como la percepción (lo que
llega a nuestros ojos) de la luz reflejada por un objeto que recibe la luz (ya
sea producida por la luz solar o una bombilla o una vela…). Así que hay tres
cosas que pueden cambiar la percepción del color de un objeto que se observa:
– La luz que llega al objeto (cuando se observa
la camiseta que se ve de color roja con el sol, o se verá negra si es iluminada
con una luz verde).
– El objeto en sí mismo: su superficie (en función
de su naturaleza físico-química) va a reaccionar a la luz recibida absorbiendo
reflejando parte o volviendo a emitir luz de vuelta
– Y el observador a través de sus ojos y cerebro (la
luz de un objeto «presiona» a las células nerviosas de la retina haciendo que
estas señales sean interpretadas por el
cerebro, que le permitirán para reconocer el color). Cada ser humano hace su propia
interpretación de los colores.
INFERENCIAS:
En modo alguno
se afirma, en este breve ensayo, que un partido favorecido por el azar con un
espacio privilegiado en una papeleta tiene altas posibilidades de ganar las
elecciones. Antes se debió hacer un trabajo-hormiga de posicionar estos colores
y a sus candidatos en el imaginario colectivo.
Sin embargo, en
el caso mayoritario de electores que no están suficientemente al tanto del
proceso electoral local y deciden su voto en el lugar y momento mismo del
recinto electoral, en un diálogo interior muy breve, con esa papeleta coloreada
que definirá el destino de todo un pueblo; para ese conglomerado, sí serán
determinantes los colores de los emblemas y el lugar ahí ocupado.