domingo, 3 de noviembre de 2019

PARA MEDITAR EN EL MOMENTO DE DEPOSITAR EL VOTO


EL LUGAR Y EL COLOR DE LAS PAPELETAS PARA ELECCIONES MUNICIPALES 2020/2024
Dr. Luis Montoya Salas, comunicólogo
            El lugar ocupado por los candidatos de los partidos políticos en las contiendas electorales para acaldes, regidores, síndicos y concejales del 2020 fue realizado al azar por el TSE,  por dos razones históricas: para transmitir sensación de equidad y para evitar discusiones ciegas entre los partidos y el TSE.  
            Sin embargo, cualquiera que sea la razón, siempre existirá la controversia, quienes se alegran por ocupar lugares privilegiados y quienes se resignan. Y como se verá, en este ensayo, este acto tradicional tiene implicaciones sobre el proceso electoral, como tal. 
            A diferencia de las elecciones nacionales para Presidente y diputados, las papeletas de los candidatos a alcaldes, regidores, síndicos y concejales carecen de la fotografía, sólo cuentan los emblemas y colores de los partidos políticos. Y como también veremos, para la escogencia no solo cuenta la papeleta, que es neutra, sino la apropiación por el imaginario colectivo de las experiencias asociadas a los colores, no así la imagen propiamente de la bandera, que puede transmitir respuestas favorables, o el rechazo irracional.
            Esta condición provoca que, en el momento de la votación, la selección de los diferentes cargos dependa de una percepción visual con una muy breve duración de exposición y un diálogo interno entre el elector y la papeleta en cuestión.   De ahí la necesidad de aportar algunas reflexiones sobre el resultado privilegiado, o no del lugar obtenido.    
LA FORMA DE LECTURA OCCIDENTAL COMO CRITERIO SIGNIFICATIVO
            Siguendo a Anne Marie Laulan, “el  pensamiento occidental se estructuró, a sí  mismo en un molde lineal, en una dimensión temporal, irreversible.”
Así, tanto la forma de pensar, como la concepción lineal de la escritura, ordenada por letras, palabras, frases con sujeto, verto y predicado impusieron, también, una forma de expresar la realidad, en forma de silogismos encadenados como razonamientos, progresivos, analíticos en una sola dirección temporal.
Y agrega: “El espacio (del libro) –y yo agrego, de la lectura, está reglamentado, delimitado: leemos del comienzo al final; de derecha a izquierda (poniéndonos en el lugar del libro, periódico, etc.) de arriba hacia abajo. Luego, estos hábitos con sus limitaciones de lectura terminaron modelando y rigiendo las limitaciones del pensamiento” Y yo agrego, imponiendo una forma mecánica fisiológica, de leer.
Si llevamos estas explicaciones al trazado visual, asimilándolo a una línea de lectura impresa en la papeleta, que realizaremos los electores en las urnas sobre los bloques de colores - emblema de los partidos en contienda, diremos:   Primero leemos los colores azul y rojo asociado, como imagen representativa, a la Unidad Social Cristiana. Sigue, en el orden de la lectura, el color blanco, con un círculo azul en el centro, asociado a Nueva República. En el tecer lugar, los colores que siguen son el azul intenso, el amarillo y el rojo correspondientes al Republicano Calderonista seguido de Liberción Nacional representado por los colores blanco y verde. Y  en el quinto lugar el Partido Restauración Nacional.
Ahora bien, siguiendo las leyes del diseño expresamente los puntos áureos y sumados a la forma tradicional de leer podríamos inferir que los partidos PUSC  y RN, en este orden  se encuentran en los lugares privilegiados de la papeleta.  En efecto, por condicionamiento fisiológico, sólo podemos leer de derecha a izquierda. Y, en este caso, es el emblema del PUSC el primero en ser percibido.  RN se ve favorecido porque al final de cada línea  siempre hacemos una pausa de micro-segundos  para seguir con la lectura.,  
EL COLOR COMO  FACTOR NEUTRALIZADOR DE LA VENTAJA DEL MOLDE LINEAL  
            Aunque ya me referí a las ventajas de ocupar el primer y último lugar en la papeleta, también debo señalar un factor de mayores implicaciones que neutralizarían aquella ventaja. Y es el color, o los colores. 
Como una tradición, los partidos políticos utilizan una bandera con determinados colores para identificarlos.
Estos colores no sólo identifican a determinado partido, sino que están asociados, en el imaginario colectivo a prácticas políticas, a resabios de experiencias positivas o negativas. Dicho esto, los colores más anclados en este imaginario son en orden de importancia, el verde y blanco, por la facilidad con la que se leen estos colores; y el azul y rojo, porque han tenido mayor permanencia en los procesos electorales, único momento cuando salen a relucir los colores escogidos por cada partido. El Partido Republicano Calderonista utiliza tres colores que, en sí son primarios, vale decir, colores dominantes. Esta combinación le da una gran solidez. 
En el caso de Restauración Nacional, los dos colores utilizados son antagónicos entre sí, pues al tratarse de colores pasteles, como el celeste y el amarillo degradado “se disputan” el lugar de la percepción visual del destinatario. Es, en consecuencia, la peor combinación de colores. Y aunque ocupa un lugar privilegiado, la debilidad de sus colores  inclina más este emblema al vacío. 
EL CASO PARTICULAR DEL EMBLEMA DE NUEVA REPÚBLICA
Una mención particular merece el color utilizado por el Partido Nueva República.  El blanco es un color contradictorio y antagónico a todos los demás.  Algunos sostienen que es la ausencia de color, porque los refracta a todos. Es, si se quiere, la base de la cual parte la luz para provocar los otros colores.  Otros sostienen que, por el contrario, absorbe todo los colores. Y, en el caso del Arco Iris, no aparece, porque le da sustento a todos los demás.
En el conjunto de la lectura de los otros emblemas, todos con colores horizontales, continuos y utilizados corrientemente, el blanco significa una ruptura, una diferenciación, una novedad. Es decir, la información pura., inédita. Este fenómeno provoca una reacción visual que obliga a un mayor tiempo para comprender esa ruptura de lo normal, tradicional. El grado de diferenciación de este emblema aumenta  cuando,  a esta composición se le agrega el elemento innovador  por naturaleza:  tres círculos concéntricos que convergen en un vórtice.     
En breve: Se trata de un proceso fisiológico en el que el órgano de la vista busca el equilibrio a partir de un color dado y por ello simultáneamente produce su opuesto en tono, valor, saturación o temperatura modificando cómo es percibido ese color.
               
¿QUÉ DICE LA TEORÍA DE LOS COLORES?    
En la definición científica, no se puede separar el concepto de color de la luz. El color en realidad se define como la percepción (lo que llega a nuestros ojos) de la luz reflejada por un objeto que recibe la luz (ya sea producida por la luz solar o una bombilla o una vela…). Así que hay tres cosas que pueden cambiar la percepción del color de un objeto que se observa:
– La luz que llega al objeto (cuando se observa la camiseta que se ve de color roja con el sol, o se verá negra si es iluminada con una luz verde).
– El objeto en sí mismo: su superficie (en función de su naturaleza físico-química) va a reaccionar a la luz recibida absorbiendo reflejando parte o volviendo a emitir luz de vuelta
– Y el observador a través de sus ojos y cerebro (la luz de un objeto «presiona» a las células nerviosas de la retina haciendo que estas señales sean  interpretadas por el cerebro, que le permitirán para reconocer el color). Cada ser humano hace su propia interpretación de los colores.
INFERENCIAS:
           
            En modo alguno se afirma, en este breve ensayo, que un partido favorecido por el azar con un espacio privilegiado en una papeleta tiene altas posibilidades de ganar las elecciones. Antes se debió hacer un trabajo-hormiga de posicionar estos colores y a sus candidatos en el imaginario colectivo.
            Sin embargo, en el caso mayoritario de electores que no están suficientemente al tanto del proceso electoral local y deciden su voto en el lugar y momento mismo del recinto electoral, en un diálogo interior muy breve, con esa papeleta coloreada que definirá el destino de todo un pueblo; para ese conglomerado, sí serán determinantes los colores de los emblemas y el lugar ahí ocupado.